Sube la edad de jubilación para 2025 en España para aquellos futuros pensionistas que no hayan cotizado, al menos, 38 años y tres meses a la Seguridad Social. Y el umbral seguirá aumentando hasta alcanzar los 67 años en 2027 para quienes no lleguen al tiempo de cotización requerido.
A todo ello hay que sumarle que la modalidades de jubilación anticipada también experimentará ajustes. De cara al nuevo año, los trabajadores podrán optar por retirarse antes de alcanzar la edad de jubilación ordinaria, establecida desde los 63 años para quienes hayan cotizado al menos 38 años y 3 meses, pero deberán enfrentarse a penalizaciones económicas que varía en relación a los años cotizados.
Respecto a la jubilación parcial, el sistema también se adapta a las nuevas dinámicas laborales y a las necesidades de quienes desean complementar empleo y jubilación. Esta medida consiste en reducir la jornada laboral y percibir una parte de la pensión, una opción atractiva y de hecho, incentivada con bonificaciones en la pensión que ofrecen una alternativa para aquellos que deseen prolongar su vida laboral.
La subida de la edad de jubilación responde, principalmente, a la necesidad de garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Con una población cada vez más envejecida y una esperanza de vida en aumento, el número de jubilados supera progresivamente al de trabajadores activos que financian las pensiones mediante sus contribuciones.
Este desequilibrio entre ingresos y gastos en la Seguridad Social pone en riesgo la capacidad del sistema para cubrir las prestaciones futuras, lo que ha llevado a implementar medidas como el incremento gradual de la edad de jubilación, además de fomentar planes de pensiones privados y ajustes en la base de cotización.
En 2025 podrán acceder a la pensión por jubilación aquellos trabajadores que a los 65 años acrediten haber cotizado al menos 38 años y 3 meses, el resto de los trabajadores tendrá que esperar hasta los 66 años y 8 meses. En resumidas cuentas, aumenta dos meses más con respecto a 2024, en cuyo caso, la edad de jubilación se encontraba fijada en 66 años y seis meses para quienes no hubieran cotizado, al menos, 38 años.
Todo ello responde a la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social. En la norma se refleja como la edad de jubilación aumenta gradualmente de los 65 a los 67 años. En concreto, se especifica en el Artículo 4, relativo a "Jubilación", en el que se cita lo siguiente:
La subida de las pensiones para 2025 es ya una realidad en España. Las pensiones contributivas y de clases pasivas se elevarán un 2,8%, las mínimas un 6% y las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital, un 9%.
Aunque el incremento medio de las pensiones mínimas será del 6%, este porcentaje es mayor para pensiones con cónyuge a cargo y de viudedad con cargas familiares que aumentarán un 9,1%. Asimismo, la pensión mínima de jubilación para los hogares unipersonales se fija en 12.241,6 euros anuales (frente a los 11.552,8 euros de 2024) y de 15.786,4 euros en los casos con cónyuge a cargo (en 2024 ha sido de 14.466,2 euros).
A todo ello hay que sumarle que con la última reforma de pensiones entró en vigor la revalorización anual de las bases máximas y del complemento de la brecha de género en función del IPC. Esto supone que, para el año próximo, la base máxima de cotización subirá en torno a un 4% (el 2,8% del IPC promedio más un 1,2% adicional), lo que la situaría en unos 4.909 euros mensuales. En el caso del complemento para la reducción de la brecha de género, se revaloriza un 8,1% sobre la cuantía reconocida en 2024 y alcanza el importe de 35,9 euros al mes por hijo.