El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
Santo Thomas Becket nació en el año 1118 en Londres en el seno de una familia burguesa acomodada. Fue educado en gramática y teología en universidades de Londres y París. Se destacó desde muy joven debido a su inteligencia y su carácter, por lo que entró prontamente al servicio de grandes hombres.
Fue secretario del arzobispo Teobaldo de Canterbury, que le brindó su ayuda para estudiar derecho canónico en Italia. Más tarde fue nombrado canciller del rey Enrique II, a quien apoyó en muchos proyectos de gobernanza.
A la muerte de Teobaldo, el rey Enrique II quiso nombrar a Santo Thomas Becket arzobispo de Canterbury, con la intención de aumentar su control sobre la Iglesia, pero consiguió el efecto contrario.
En 1164 el rey promulgó las Constituciones de Clarendon, una serie de leyes que restringían muchos derechos eclesiásticos y dejaban a los clérigos sometidos al poder real. Como Santo Thomas Becket se negó a aceptar estas normas, fue exiliado a Francia.
Durante su estancia en el exilio este santo contó con la protección del rey Luis VII y del papa Alejandro III, pero acabó regresando nuevamente a Inglaterra tras unas negociaciones con Enrique II.
El 29 de diciembre de 1170, Santo Thomas Becket fue asesinado en la Catedral de Canterbury frente al altar por su oposición al rey. Enrique II fue excomulgado, y Thomas Becket fue canonizado tres años después de su muerte por el papa Alejandro III.
El santoral católico es una meticulosa recopilación que aglutina los nombres de los santos y beatos que la Iglesia Católica conmemora oficialmente en fechas específicas a lo largo del año. Cada jornada del calendario litúrgico se vincula con uno o varios de estos personajes sagrados, quienes son evocados durante las misas y constituyen el objeto de las oraciones de los fieles.
Esta venerada tradición de celebrar y honrar la vida de los santos se arraiga en los albores mismos del cristianismo. En este periodo, comenzó la veneración a los mártires y a otros individuos que sobresalieron como ejemplos a seguir por su modo de vida y su testimonio de fe.
Estas conmemoraciones trascienden la mera rememoración. Constituyen momentos de introspección y conexión con los principios y valores que estos personajes personifican. Los santos y beatos, con sus vidas y sus acciones, nos ilustran cómo mantenernos fieles a nuestros principios, incluso en periodos de persecución y adversidad. Nos educan, a través de sus vivencias, que siempre es posible hallar la fortaleza para mantenernos leales a nuestras convicciones.
Además, el santoral puede ser una valiosa herramienta para profundizar en la historia de la Iglesia y del cristianismo, así como para hallar inspiración en la vida y las enseñanzas de los santos. Al entablar una conexión con estas figuras históricas, los fieles pueden descubrir guía y fortaleza para sus propias vidas, al tiempo que rinden homenaje al legado de estos individuos ejemplares.
