El yoga puede ser una herramienta poderosa para aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos, el insomnio, la ansiedad y la rigidez muscular. De hecho, la perimenopausia, el proceso previo que puede combinar sangrados y algunos síntomas de la menopausia, es un momento especialmente recomendado por expertos para hacer diferentes tipos de ejercicios de peso y relajación.
El entrenador Agus Privi explica en su perfil de Instagram la necesidad de ejercicios de fuerza durante el periodo de perimenopausia: "La grasa en el abdomen durante este periodo empieza a incrementarse y cuesta que se vaya la grasa en general. Empiezan con debilidad ósea, muscular, y todo se hace mucho más cuesta arriba. Ahí es donde entra en juego el ejercicio de fuerza". Esto, combinado con ejercicios de yoga es el combo perfecto para una salud de hierro en esta etapa de la mujer.
La menopausia es una etapa de la vida que afecta a las mujeres de manera integral, abarcando grandes cambios físicos, bioquímicos, mentales, emocionales y sociales. Durante esta transición, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable, ya que la práctica de actividad física y una buena alimentación juegan un papel crucial en la mitigación de los síntomas de la menopausia. El equipo de especialistas en menopausia de Domma señalan que, a nivel corporal, la práctica regular de actividades físicas como el yoga, junto con la meditación, mejora la postura corporal, aumenta la densidad ósea y reduce el riesgo de osteoporosis y fracturas. En el ámbito psicológico, que a menudo se le da menos importancia de la que se merece, la conexión cuerpo-mente de estas actividades las convierte en uno de los mejores ejercicios para la menopausia, ya que reduce los síntomas de depresión y ansiedad y ayuda a disminuir el estrés y sus síntomas asociados.
1. Postura del Niño. Promueve la relajación, alivia la tensión en la espalda y calma la mente. Siéntate sobre los talones. Inclínate hacia adelante y estira los brazos hacia el frente. Descansa la frente en el suelo y respira profundamente.
2. Postura del Puente (Setu Bandhasana). Alivia el estrés, abre el pecho y mejora la circulación. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Eleva las caderas hacia el techo mientras mantienes los hombros y los brazos en el suelo. Mantén la postura durante varias respiraciones.
3. Postura de la Mariposa (Baddha Konasana) Estira la zona de las caderas y mejora la circulación en la pelvis, ayudando a equilibrar las hormonas. Siéntate en el suelo con las plantas de los pies juntas. Sostén los pies con las manos y permite que las rodillas caigan hacia los lados. Inclínate ligeramente hacia adelante si es cómodo.
4. Postura del Perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana). Reduce los sofocos, mejora la circulación y fortalece los músculos. Colócate en posición de cuatro puntos (manos y rodillas). Eleva las caderas hacia arriba y forma una 'V' invertida con tu cuerpo. Estira los brazos y las piernas, manteniendo la cabeza relajada.
5. Postura del Cadáver (Savasana). Promueve una relajación profunda y reduce la ansiedad. Acuéstate sobre la espalda con los brazos y las piernas relajados. Cierra los ojos y respira profundamente. Permite que todo tu cuerpo se relaje.