Mohamed Salah, el astro del fútbol egipcio y uno de los jugadores más populares de la Premier League, se ha visto envuelto en una controversia en las redes sociales tras compartir una fotografía con su familia frente a un árbol de Navidad. La imagen, publicada en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter), ha generado una gran reacción, principalmente entre algunos de sus seguidores musulmanes, quienes han cuestionado su decisión de participar en una tradición típicamente cristiana.
En la foto compartida por Salah, el jugador aparece sonriente junto a su esposa e hijos, con un árbol de Navidad decorado y el ambiente festivo que caracteriza a esta celebración. Aunque para muchos seguidores esta imagen puede ser vista como una muestra de amor y unidad familiar, otros no han tardado en expresar su desaprobación, considerando que Salah, como musulmán practicante, debería evitar celebrar una festividad cristiana.
Uno de los comentarios más llamativos de los detractores de la publicación fue el de un usuario que escribió: "En este punto estoy decepcionado contigo, hermano", reflejando el sentir de aquellos seguidores que consideran que el futbolista está comprometiendo sus valores religiosos. Otro comentario fue aún más contundente: "Sigo confundido. Entiendo que los cristianos que creen en Jesús celebran su cumpleaños cada año el 25 de diciembre. Lo que no entiendo es cómo un no cristiano (un creyente musulmán que adora a Alá y sólo a Alá) celebra el nacimiento de Jesús, a pesar de que el islam prohíbe vehementemente a los musulmanes tal acto. Alguien tiene que decirle que tiene derecho a la fe que quiera. Que sea cristiano si es lo que quiere, pero lo que estás haciendo como musulmán es poco menos que hipocresía".
Mohamed Salah ha sido durante años un símbolo de orgullo para la comunidad musulmana, tanto por sus logros dentro del fútbol como por su firme adhesión a la fe islámica. El jugador ha sido abierto sobre su religión y, en numerosas ocasiones, ha hablado sobre la importancia de la oración diaria y la práctica del Ramadán. Además, ha sido un referente para muchos jóvenes musulmanes, tanto en Egipto como en el resto del mundo, por su éxito y por la forma en que representa su identidad religiosa dentro de un deporte dominado por culturas diversas.
Sin embargo, su decisión de participar en ciertas tradiciones, como la celebración de la Navidad, ha generado controversia en ocasiones anteriores. A pesar de ser musulmán, Salah no es ajeno a las críticas de aquellos que consideran que un musulmán no debe involucrarse en prácticas asociadas con religiones ajenas, en particular con las festividades cristianas.
El islam, como muchas otras religiones, tiene normas estrictas sobre lo que es aceptable en términos de creencias y prácticas religiosas. Algunos sectores del islam consideran que participar en celebraciones cristianas, como la Navidad, podría ser un acto de contradicción, dado que estas festividades están asociadas al nacimiento de Jesús, una figura central en el cristianismo pero que en el islam es considerado solo un profeta y no el hijo de Dios. Por esta razón, hay quienes creen que un musulmán no debería celebrar su nacimiento, ya que podría verse como una forma de reconocer un concepto que va en contra de la doctrina islámica.
Sin embargo, no todos los musulmanes tienen la misma interpretación de su religión en cuanto a este tipo de celebraciones. Algunos consideran que la Navidad, más allá de su connotación religiosa, ha adquirido un carácter cultural y social en muchas partes del mundo. Para ellos, la festividad no necesariamente implica una aceptación del cristianismo, sino una oportunidad para compartir momentos de alegría, unidad y generosidad con los demás, independientemente de la religión.
En este contexto, la decisión de Salah de compartir una imagen navideña podría verse como una expresión de su aprecio por los valores universales que la Navidad representa, tales como la paz, la unidad y el amor familiar, más que como una afirmación de creencias religiosas. De hecho, el propio Salah ha demostrado en varias ocasiones ser una persona respetuosa de la diversidad y las diferencias culturales, tanto dentro como fuera del campo.