El gol de Sorloth en Barcelona fue algo más que una casualidad. Es casi una costumbre. El Atlético se ha acostumbrado a decidir los partidos en los instantes finales, cuando ya se ha cruzado el límite de los 90 minutos y al cerebro le cuesta más pensar y a las piernas correr. El Atlético ha marcado trece goles en el descuento. En esos momentos el Atlético parece volar por encima de sus rivales. El equipo rojiblanco no echa de menos al «Profe» Ortega, que se marchó al final de la temporada pasada. Con Luis Piñedo al mando de la preparación física, el Atlético termina los partidos más fuerte que nadie. Con el de Barcelona, ya son ocho los partidos en los que los rojiblancos han cambiado el resultado a su favor pasado el minuto 90: cinco de Liga, dos de Liga de Campeones y uno de Copa.
Los nombres de los goleadores se repiten en esas circunstancias. Correa abrió la tradición de ganar en el tiempo añadido con un gol en San Mamés, repitió con el empate en el derbi contra el Real Madrid y volvió a hacerlo en la Champions para ganar al PSG en el Parque de los Príncipes.
Julián Álvarez también ha repetido. Ensayó contra el Valencia en las primeras jornadas de Liga, pero era un gol que no cambiaba nada. Ya ganaba 2- 0 el Atlético y el del noruego era el tercero. Pero después ganó el partido contra el Celta en Liga y el del Cacereño en Copa. Dos encuentros en los que el Atlético había sufrido mucho. En el de Copa, además, el Atlético marcó los dos goles que daban la vuelta al marcador pasado el límite del 90. De Paul marcó en el 92 y Julián, en el 96.
Giménez también marcó pasado el 90 contra el Leipzig en el estreno en la Liga de Campeones, pero ningún gol hizo vibrar tanto al Metropolitano como el de Griezmann al Sevilla, que llegó en el 93 y después de una gran remontada.
El Atlético también ha marcado goles en el tiempo añadido cuando no le cambiaban la vida, además del de Julián Álvarez al Valencia. Koke lo hizo en el 3-0 contra el Girona y Sorloth, en dos ocasiones, en el 3-1 al Leganés y en el 0-5 al Valladolid.
El noruego ha encontrado su papel en el Atlético y, aunque en la mayoría de partidos salga desde el banquillo, marca los goles que se le pedían cuando llegó. Ha conseguido 7 en los últimos nueve partidos de Liga. En todas las anteriores, sólo había marcado uno, el del estreno contra el Villarreal. Para ese cambio ha sido decisivo que Simeone le hiciera comprender lo que necesitaba de él. «Tuvimos una charla con él hace tres o cuatro semanas explicándole como soy yo y la idea que tengo. Si tardábamos en acercarnos, en darse cuenta él de cómo soy, íbamos a perder los dos seis meses Ahí empezamos a hablar yo creo que lo interpretó de la mejor manera. Sus 20, sus 30 o sus 40 minutos son extraordinarios porque nos sacan de problemas», dice el Cholo.
