Dubai ha sido testigo de un evento histórico en el mundo del triatlón con la coronación de los primeros campeones mundiales del T100. Marten Van Riel y Taylor Knibb se alzaron con la victoria en la final de Dubai, completando una temporada espectacular en la séptima y última parada del circuito que visitó Miami, Singapur, San Francisco, Londres, Ibiza y Las Vegas antes de llegar a los Emiratos Árabes Unidos.
Taylor Knibb completó una temporada perfecta y, con solo 26 años, la estadounidense se ha consolidado como la mejor triatleta del circuito, llevándose el título de campeona del mundo T100 y los 210.000 dólares correspondientes, además del premio adicional de 25.000 dólares por su victoria en la Final.
Su dominio fue absoluto, liderando cada segmento de la prueba y cruzando la meta con una ventaja cómoda sobre el resto de competidoras.
Sin embargo, su victoria ha quedado eclipsada por un incomodo incidente vivido por la atleta a su llegada a meta. Y es que aunque la carrera fue un reflejo de su habilidad y determinación, la jornada estuvo marcada por un incidente inesperado. Durante la competencia en Dubái, con temperaturas que alcanzaron los 31 grados, Knibb tuvo una situación imprevista. Mientras cubría los últimos 18 kilómetros del trayecto, la atleta que viene de ganar la medalla de plata en la prueba de relevos mixto en los Juegos Olímpicos de París 2024 se vio obligada a lidiar con un problema físico que la llevó a exclamar frente a una cámara de televisión en vivo: “Me acabo de cagar… ¿puedes no tocarme el culo?”
Un segundo puesto le hubiera bastado para llevarse el título pero su resiliencia la llevó a convertirse en campeona y, al mismo tiempo, a ganar la carrera. El operador de cámara aceptó su petición y la carrera continuó, y Knibb cruzó heroicamente la línea de meta en primer lugar. Sin embargo, al finalizar finalizar la prueba, se dejó caer sobre la pista totalmente exhausta, la TV no pudo evitar mostrar cómo había quedado parte de su indumentaria.
Tras la carrera, Knibb afirmó: “Me desperté y le envié un mensaje a mi entrenador diciéndole que me sentía mal. Pensé: 'Oh, este va a ser un mal día. Me quedé un poco en shock, solo se concretó en los últimos 3 km, pero fue brutal ahí afuera. “Creo que hoy fue más físico que mental. Eso fue más fácil porque no tienes que lidiar con tu cuerpo”.
El apoyo recibido también jugó un papel crucial en su éxito. Knibb expresó gratitud hacia su equipo y patrocinadores: “Tengo un equipo maravilloso, muchos patrocinadores. Es un esfuerzo en equipo y agradezco a todos los que me apoyaron y creyeron en mí”.