La incapacidad laboral, que es la situación en la que un trabajador está imposibilitado de cumplir las funciones de su puesto, es algo que está muy presente en España. Existen diferentes tipos, en función de las circunstancias y la situación de cada empleado, que la Seguridad Social los reúne y los diferencia de la siguiente manera: incapacidad temporal (el trabajador está de baja por un tiempo y necesita asistencia médica); permanente parcial (el trabajador sufre una disminución de mínimo un 33% de su rendimiento); permanente (el trabajador presenta reducciones anatómicas o funcionales graves); y la incapacidad por gran invalidez (la persona necesita asistencia para los actos fundamentales de su vida).
Otro circunstancia por la que un empleado puede solicitar una baja laboral es la depresión, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos que son imprescindibles. Según el Sindicato Unión General de Trabajadoras y Trabajadores de España (UGT), "España tiene una elevada prevalencia de problemas de salud mental en la población de 15 años o más: el 5,8% tiene ansiedad y el 5,3% depresión".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga a la depresión como un "trastorno mental común" que conlleva a la pérdida de "interés por actividades durante largos períodos de tiempo". Bajo "un estado de ánimo deprimido", este problema sanitario produce "cambios habituales del estado de ánimo y los sentimientos sobre el día a día". Además, este organismo apunta a que "puede afectar a cualquiera. Quienes han vivido abusos, pérdidas graves u otros eventos estresantes tienen más probabilidades de sufrirla. Las mujeres son más propensas a la depresión que los hombres".
En caso de tener la sensación de padecer la sintomatología del trastorno depresivo, lo primero que habría que hacer es acudir al médico de cabecera para exponerle la situación. Llegado a ese punto, el especialista valorará si las circunstancias psicológicas que presenta el paciente son concluyentes o no para comenzar con el proceso de la solicitud de la baja laboral por depresión. Una vez que el trabajador reciba el parte médico, tendrá que presentarlo al departamento de recursos humanos de su empresa.
A parte del diagnóstico que tiene que hacer el médico, se deben de cumplir otras exigencias para permitir a un trabajador estar de baja por circunstancias depresivas. Como es evidente, lo primero que se exige es que el empleado esté dado de alta en la Seguridad Social y, también, haber cotizado un mínimo de 180 días durante los últimos cinco años.
Para determinar cuál sería la duración exacta de una baja médica por este tipo de circunstancias, habría que valorar la gravedad, la situación y evolución a lo largo del tiempo del paciente. Por norma general, existe un límite reglado en un máximo de 365 días, por lo que se estaría de baja durante, al menos, un año.
Una vez se cumpla ese periodo de tiempo, en caso de que la depresión siga estando presente en el paciente, habría que presentar el caso ante un tribunal médico para que se estudie y se analice la situación, para decidir si se prorroga o no o si, directamente, se procede a la concesión de una baja laboral por incapacidad permanente.
La persona afectada sufrirá momentos de tristeza, irritabilidad y sensación de vacío, además de la pérdida del placer por realizar actividades habituales. Los síntomas más claros de este tipo de trastorno son los siguientes:
Toda depresión pasa por lo que es conocido como un 'episodio' depresivo, que son clasificados en: "leves, moderados o graves, en función del número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento de la persona", según la OMS. Además, incluyen que pueden pertenecer a diferentes tipologías reunidos en: "trastorno depresivo de un solo episodio" (único); "trastorno depresivo recurrente" (al menos dos episodios); y "trastorno bipolar" (muchos que pueden englobar "episodios maniacos").