Expertos ucranianos y extranjeros son escépticos sobre el impacto que tendrá en la guerra la decisión de EEUU de habilitar a Ucrania utilizar misiles ATACMS contra objetivos militares en Rusia si este permiso se limita a blancos situados en la región rusa de Kursk. “Por supuesto que sería un sinsentido”, dice a EFE el analista militar ucraniano Mijailo Samus. “Esto significaría que si los soldados rusos están en Kursk los podemos atacar, pero si se trasladan a Briansk ya no”, señala el experto haciendo referencia a otra región rusa fronteriza con Ucrania desde la que Rusia lanza ataques contra territorio enemigo.
En una línea parecida se ha pronunciado el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) de Washington, que explica en su análisis de este lunes que “centenares de objetivos militares” rusos que están al alcance de los misiles ATACMS desplegados en Ucrania quedarían a salvo si Kiev sólo puede utilizarlo contra Kursk. En concreto, un análisis del ISW dice que dentro del radio de acción de los ATACMS había en agosto pasado unos 250 objetivos militares situados en territorio de la Federación Rusa. El Ejército ruso puede alejar más del frente algunos de estos objetos, lo que conllevarían nuevos gastos en dinero y otros recursos, además de dificultades logísticas.
Según los medios estadounidenses que han informado de la decisión de Washington de permitir a Kiev emplear ATACMS para atacar Rusia, el levantamiento de la restricción se limitaría a la región de Kursk, donde las tropas ucranianas ocupan parte del territorio y combaten a las fuerzas rusas y norcoreanas que tratan de expulsarlas de allí.
La medida sería, según fuentes oficiales de Washington citadas por esos medios, una respuesta al despliegue norcoreano que tendría como objetivo aumentar el riesgo para los soldados del país comunista para así disuadir a Pionyang de enviar a más soldados a Rusia.
Otro motivo de frustración en Ucrania es la tardanza a juicio de muchos injustificada de la actual administración demócrata a la hora de dar este paso que el presidente Volodímir Zelenski reclama con vehemencia desde el comienzo de la guerra y, especialmente, en los últimos meses. “Han sido casi tres años”, ha escrito en su cuenta de la red social X el activista ucraniano y analista especializado en defensa Iliá Ponomarenko. “Cuántas vidas podrían haberse salvado”, ha dicho a sus 1,2 millones de seguidores en X.
Por su parte, Samus, el experto militar, recuerda que la decisión -aún no anunciada oficialmente- de la administración del presidente Joe Biden llega en la víspera de que se cumplan este martes mil días de guerra en Ucrania. Samus lamenta que la administración demócrata no haya actuado con la celeridad ni la lógica “de la guerra” y que esté actuando respecto a Ucrania desde una “perspectiva política”.
El experto considera indispensable que Ucrania pueda atacar con todo el armamento del que dispone todos los objetivos militares enemigos situados en los 300 kilómetros que cubren el radio de acción de los ATACMS, el misil occidental de mayor rango con el que cuenta el Ejército ucraniano. “En esos 300 kilómetros hay infraestructura logística, puestos de mando, depósitos de munición, unidades con personal y por supuesto bases aéreas, además de misiles como los Iskander, lanzaderas, etc.”, dice Samus para ilustrar la importancia que tendría para Ucrania poder usar los ATACMS contra blancos legítimos situados en toda Rusia.
Ucrania ha insistido repetidamente en que poder utilizar ATACMS y otros misiles similares como los Storm Shadow y los SCALP británicos y franceses podría cambiar el curso de la guerra, ya que le daría la oportunidad de debilitar las infraestructuras militares rusas en la retaguardia y de neutralizar muchos ataques aéreos rusos en origen golpeando a los cazas enemigos en sus bases.
Según ha publicado la prensa francesa, Londres y París habrían seguido ya los pasos de EEUU al permitir a Ucrania usar sus misiles contra territorio ruso. Por el momento no se conocen limitaciones a este permiso -como la que sí estaría imponiendo Washington- por parte de ambos Gobiernos europeos.
En su primera reacción a la aparición de las informaciones sobre el paso dado por Biden, el presidente Zelenski declaró el domingo de forma enigmática que “los ataques no se llevan a cabo con palabras”. “Estas cosas no se anuncian”, dijo el líder ucraniano, que remachó que “los misiles hablarán por sí mismos”.