España es el tercer país de la Unión Europea que más ha elevado su presión fiscal desde 2018, cuando Pedro Sánchez asaltó el poder con una moción de censura. Desde entonces, el Gobierno ha ido exprimiendo a los ciudadanos sin piedad. Hasta 2023, el incremento ha sido de 2,9 puntos del PIB, una subida que contrasta con la reducción media del 0,8% para el conjunto de la Unión Europea. Aunque el Ejecutivo se ha visto forzado por los acontecimientos globales –por la pandemia y la crisis derivada de la invasión rusa de Ucrania– a retocar a la baja determinados impuestos, en la mayoría de los casos se ha tratado simplemente de bonificaciones puntuales, como en el IVA de los alimentos o el Impuesto de Hidrocarburos a raíz de la crisis inflacionaria.
Sin embargo, el saldo fiscal en términos netos le sale a pagar a los contribuyentes: por cada euro dedicado a medidas de alivio fiscal se han incorporado o modificado al alza medidas fiscales por importe de 3,4 euros de incremento recaudatorio. Un saldo negativo para el bolsillo de los ciudadanos, muy castigado ya por la subida de la inflación. Todo como consecuencia de las 81 subidas de impuestos y cotizaciones decretadas por el Gobierno de Sánchez unidas a la negativa de deflactar los impuestos con la inflación, un ajuste que habría sido necesario con una escalada de los precios cercana al 19% desde que gobierna Sánchez.
En 2019 se adoptaron 11 medidas recaudatorias, seguidas de 12 en 2020, 20 en 2021, 10 en 2022 y 17 en 2023. Durante el presente ejercicio 2024, se han cuantificado al menos 11 modificaciones al alza de impuestos y cotizaciones, según el recuento del Instituto Juan de Mariana.
En cifras gruesas, entre 2019 y 2023 se han adoptado subidas de impuestos por valor de 9.625 millones, así como incrementos de las cotizaciones valorados en 26.115 millones. A esta cuantía hay que sumarle el incremento recaudatorio vía inflación, que ha supuesto una subida encubierta de la tributación por valor de 27.100 millones: casi 42.000 millones de impacto fiscal acumulado, esos 2.200 euros más que paga cada hogar desde que Pedro Sánchez gobierna.
El estudio llega cuando el Gobierno trata de sacar adelante un nuevo paquete de medidas fiscales para tratar de contentar a la miscelánea de grupos políticos, entre ellos los separatistas de Bildu, Junts y ERC, que apoyan al Gobierno. Un total de hasta 46 nuevas medidas recaudatorias en 2025, la mayoría de ellas volcadas en elevar más aún la presión fiscal soportada por empresas y familias, que ha soliviantado a todos: desde las principales inmobiliarias, como Colonial o Merlin, que amenazan con marcharse de España ante la asfixia fiscal, hasta la banca y aquellos ciudadanos que tienen un seguro de salud privado, nada menos que 12,5 millones, que verán incrementadas de sopetón un 8% las primas que pagan si sale adelante el acuerdo entre el PSOE y Sumar para eliminar la exención fiscal de los seguros privados, a los que se empezará a aplicar el impuesto sobre primas de seguro (IPS).
El análisis remarca que la justificación utilizada por el bloque de izquierdas para asestar a las empresas y los ciudadanos otro paquete de subidas de impuestos está completamente alejado de la realidad. El mantra de que en España los «ricos» pagan pocos impuestos, una salmodia de Sumar asumida con fruición por el PSOE, es calificada como «un bulo» en el documento. Y es que, aunque solo hay un 5,2% de contribuyentes con rentas superiores a los 60.000 euros anuales, esos 1,2 millones de declarantes aportan nada menos que el 41,7% de la recaudación por IRPF, más de 45.000 millones de euros. Esos 1,2 millones de españoles que declaran más de 60.000 euros realizan una aportación media de casi 38.000 euros per cápita en el IRPF.
Por el contrario, según el mismo informe, el 56,1% de quienes disponen de las menores rentas (esos 12,9 millones que declaran menos de 21.000 euros) aportan solamente el 8% del total, unos 670 euros anuales en el IRPF.
Así, en términos netos, al cruzar la recaudación con los ingresos vía ayudas y transferencias sociales, el gasto público en España se sostiene sobre los pagos fiscales que realiza casi en exclusiva el 20% de la población que más gana.
[[QUOTE:PULL|||Cada vez menos ricos: el peso del 1% de las fortunas sobre la renta nacional cae un 26% desde 2009]]
Normal que cada vez haya menos ricos en España, por mucho que el Gobierno de Sánchez diga lo contrario. Y es que el peso del 1% de ciudadanos con mayores ingresos sobre la renta nacional bruta ha bajado un 26% de 2009 a 2022. En cambio, se subraya, «el conjunto de los españoles sí son cada vez menos ricos en comparación con Europa, puesto que la brecha de renta que nos separa del promedio europeo ha crecido en más de 4 puntos bajo gobierno de Sánchez». Los ricos no son cada vez más ricos, pero los españoles sí son cada vez más pobres en comparación con Europa.
Para 2025, en contraste con las 46 enmiendas parlamentarias de carácter recaudatorio puestas sobre la mesa por el PSOE para seguir exprimiendo a los ciudadanos y las empresas por un importe estimado en los 8.000 millones de euros, Sánchez apenas ha puesto encima de la mesa dos medidas de alivio fiscal que apenas tendrían un impacto del 0,6% sobre la recaudación mientras sigue criticando el supuestos «dumping» fiscal de Madrid en favor de las rentas que ha hecho de esta región la comunidad de régimen común con mayor eficacia redistributiva del IRPF y la que logra un mayor porcentaje de lo recaudado por IRPF del 1 y del 10% de contribuyentes con mayor renta. Estos dos segmentos aportan el 21,78 y el 53,75% de lo que Madrid obtiene vía IRPF.