Mejor acceso a la vivienda, mayor calidad educativa, menos tiempo de desplazamiento y tasas más bajas de desempleo son algunas de las ventajas cuantificadas en un informe sobre Cuenca, Soria y Teruel que pone cifras al "lujo" de vivir y trabajar en la España despoblada.
El informe, impulsado por la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA en sus siglas en inglés), creada por las patronales CEOE de las provincias de Cuenca, Soria y Teruel, ha sido elaborado por el doctor en Economía José Antonio Herce, y presentado este martes en Madrid.
Herce, exdirector de Fedea, ha sometido a estas tres provincias, tantos sus pueblos como sus capitales, a un examen exhaustivo que cuantifica y compara estas zonas, las menos pobladas de España, con territorios con una alta densidad poblacional como Madrid y con el conjunto del país.
Como ha explicado el autor, cuando se habla de "lujo" se habla del tiempo, de la libertad de poder elegir a qué se dedica el tiempo, de poder conciliar el trabajo, el ocio y la familia, pero también de disfrutar de la naturaleza, de la posibilidad de un amplio marco de relaciones sociales y vecinales, además de contar con servicios sociales, económicos y laborales al menos equivalentes, si no superiores, a la media nacional.
Para llegar a estas conclusiones ha analizado y comparado 17 puntos básicos repartidos en seis categorías distintas: Servicios esenciales (salud y educación), recursos vitales (vivienda, empleo e ingresos), soporte socioeconómico (movilidad, emprendimiento, fiscalidad y soportes productivos), entorno social (comunidad, balance vida-trabajo y seguridad), servicios necesarios (compras, cultura y deporte y ocio) y entorno ambiental (activos ambientales y proximidad a la naturaleza).
Estos territorios mantienen pese a las subidas de los últimos años un menor precio tanto de compra como de alquiler de vivienda.
Una casa de 80 metros cuadrados que, a escala nacional, normalmente supera los 170.000 euros y en grandes ciudades como Madrid alcanza los 275.000 euros, en Soria –la zona más cara dentro de las menos pobladas- es de 92.000 euros, en Teruel no supera los 75.000 y en Cuenca no llega a los 69.000 euros.
Este mismo patrón aparece en el alquiler de viviendas, con alguna variante, ya que la renta media de una vivienda de 80 metros cuadrados a escala nacional roza los poco más de mil euros mientras que en Madrid supera con creces los 1.400 euros, pero en Soria la media es de 624 euros, en Cuenca de 552 y en Teruel de 536 euros.
Son además más grandes. La media en España se encuentra en 86 metros cuadrados y en grandes ciudades como Madrid no alcanza los 80, mientras que estas provincias llega a superar los 100 metros cuadrados.
Las infraestructuras educativas en las tres provincias muestran indicadores por número de habitantes superiores a los de las zonas de alta densidad poblacional y, por ejemplo, la ratio de alumnos por clase es de solo 15 en Teruel y 17 en Soria y Cuenca.
Además, la provincia de Soria cuenta con 7,3 centros educativos por cada 10.000 habitantes, Cuenca 9,1 y Teruel 10,3, en los tres casos datos muy por encima de la media nacional (8,2) y de las cifras de Madrid (menos de cinco centros educativos por cada 10.000 habitantes).
Esto, dice el informe, repercute en la calidad de la enseñanza y los informes PISA realizados por la OCDE posicionan a Soria como la "Finlandia educativa española".
El trabajo de José Antonio Herce afirma que las tasas de desempleo son sensiblemente inferiores y las tasas de ocupación no desmerecen respecto a otros territorios, además de que el sector industrial suele ser el que, en proporción, aglutina mayor actividad laboral, el suelo industrial es barato y abundante y las ayudas son muy importantes.
Las cifras de renta por persona no llegan a la cota de las urbes más pobladas, pero superan ligeramente la media española, lo que, sumado a que la vida es sensiblemente más cara da como resultado que la posibilidad de ahorrar es más fácil para las familias que viven en estas áreas.
Asimismo, la cercanía física entre el lugar de trabajo y la vivienda se traduce en desplazamientos más cortos y en un menor uso del tiempo en este apartado.
Las encuestas realizadas sobre el uso del tiempo en comunidades autónomas reflejan que los desplazamientos generales duran menos tiempo en las provincias rurales, traduciéndose en un ahorro de 25 minutos diarios que anualmente suponen 6,3 días.
"Hay carreteras como en todos los sitios, pero no hay semáforos y tampoco hay atascos", ha destacado Herce, que ha cifrado el ahorro en dinero por el menor tiempo empleado en desplazamientos en 3.000 o 4.000 euros al año respecto a zonas más densamente pobladas como Madrid.
A pesar de lo que pueda parecer a priori, las compras cotidianas en estas provincias se realizan en comercios generales o especializados que existen en cantidad tan abundante o más por número de habitantes que en los municipios más poblados.
En el plano cultural, el autor del informe ha apuntado que espacios y actividades culturales no faltan y que hay cientos y cientos de pequeños colectivos que se ofrecen en multitud de foros.