El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha revelado hoy, viernes, que existió un plan frustrado iraní para asesinar a Donald Trump, recientemente electo nuevo presidente de la nación americana, la semana anterior a las elecciones presidenciales.
Según los cargos presentados por el Departamento y mostrados por la agencia Associated Press, la información fue revelada mientras interrogaron a Farjad Shakeri, un afgano de 51 años y identificado como un activo iraní, país actual de residencia, empleado para elaborar y ejecutar un plan para asesinar a Trump en una semana.
Shakeri fue deportado de los Estados Unidos anteriormente, alrededor del año 2008, según Associated Press, por cargos penales de robo. Reveló a los investigadores que fue un funcionario de la Guardia revolucionaria de Irán quién se puso en contactó con él y le instó a realizar tal tarea, para la cual debió tardar siete días únicamente.
De esta manera, otros dos hombres fueron detenidos acusados de participar esta y otras tramas de asesinatos, entre ellos el de una "reconocida periodista de iraní-americana", destacó la agencia. Este periodista, aunque no han podido corrobar su identidad, podría tratarse de Masih Alinejad.
En el caso de Alinejad, cuatro iraníes fueron detenidos en 2021 por un supuesto complot para efectuar su secuestro, mientras que en 2022 otro hombre fue arrestado portando un rifle fuera de su domicilio.
Volviendo al intento de asesinato de Trump, los otros dos hombres, concretamente, se tratan de Carlisle Rivera, de 49 años; y Jonathon Loadholt, de 36 años, quienes supuestamente conocieron a Shakeri en prisión.
Los dos fueron arrestados en Nueva York, concretamente en los distritos y zonas de Brooklyn, en el caso de Rivera; y Staten Island, en el de Loadholt. Ambos comparecieron ante el juzgado del Distrito Sur de Nueva York y se ordenó su detención a la espera de juicio.
Junto con este, ya son tres los intentos de asesinato que habría sufrido Donald Trump en este año, siendo el más famoso el sucedido en el estado de Pensilvania el pasado 13 de junio, concretamente en Butler.
Tras unos minutos de discurso en uno de sus mítines de campaña electoral, este fue interrumpido por una serie de disparos, uno de ellos impactando en una parte de la oreja derecha del mandatario. La conspiración fue realizada por Thomas Crooks, escondido en un tejado a 150 metros de su objetivo con un fusil AR-15 semiautomático. Posteriormente, fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Dos meses después, el 15 de septiembre, sucedió otro en uno de los clubes de golf del magnate, concretamente en West Palm Beach, Florida, cuando un hombre fue detenido por llevar un rifle Kalashnikov con mira telescópica. En ese caso, el detenido fue identificado como Ryan Wesley Routh, hombre que llegó a emplear su perfil de Facebook para reclutar soldados para enviarlos a luchar a Ucrania.
El último sucedió en Las Vegas, cuando un hombre llamado Vem Miller fue arrestado con una escopeta cargada, una pistola, un cargador de alta capacidad y boletos falsos para un mítin del candidato republicano en Coachella.