Ana María Lajusticia falleció este jueves 7 de noviembre de 2024 a los 100 años de edad. El equipo de la química y gurú del magnesio lo anunció con el siguiente comunicado: "En este día, lamentamos profundamente el fallecimiento de Ana María Lajusticia a la edad de 100 años. Despedimos con amor y profunda admiración a esta excepcional científica, pionera en introducir el magnesio como complemento clave en la alimentación. Mujer inquieta y valiente, que con honestidad y enorme entrega se comprometió a cumplir su propósito de promocionar un estilo de vida saludable y accesible para todos, compartiendo lo aprendido en su propia vivencia personal".
Todo el equipo de la marca Ana Maria Lajusticia, se encuentra de luto ante la pérdida de su fundadora. Desde la compañía, expresan sus "más profundas condolencias y todo nuestro cariño y afecto a sus familiares, amigos y a todos los colaboradores, y lo hacemos extensivo a todas aquellas personas que sientan su pérdida". Desde LA RAZÓN nos sumamos a dicho afecto.
Ana María Lajusticia nació en Bilbao el 26 de julio de 1924. En 1947 se licenció en Ciencias Químicas por la Universidad Complutense de Madrid. Caminó entre las primeras promociones de mujeres químicas en España, con resultados brillantes.
A los 31 años fue diagnosticada de una artrosis severa sin pronóstico de solución, quedando abocada a llevar un corsé de varillas de por vida. Diez años más tarde fue diagnosticada de una diabetes tipo II -que no auguraba la longevidad extraordinaria que ha disfrutado-, que le obligó a empezar nuevos hábitos alimenticios, y Ana María se volcó al estudio de su propia solución. Se dio cuenta que su alimentación era deficiente, con elevada ingesta de hidratos de carbono, y desayunos que no contenían ni proteínas ni elementos ricos en vitamina C. Además, gracias a su formación química y consciente de la importancia del magnesio para funciones clave del organismo, se volcó en el estudio de éste. Evidenció la importancia de la suplementación de magnesio en la alimentación, ya que con los abonados químicos el suelo es carente de este mineral, por lo que los alimentos que se cultivan el él también lo son.
Mediante un cambio en la dieta y un incremento significativo de aportación de magnesio, su salud cambió, y su vida también, pudiendo prescindir del corsé que le habían diagnosticado de por vida. La constatación en primera persona de la importancia de una buena alimentación junto con una correcta suplementación, convirtió a Ana María en el paladín de la causa del magnesio y de otros elementos que tanto bien hacen a nuestra salud, y la motivó a crear una marca para poder extender este conocimiento al mundo entero.
En 1980 fundó la marca de complementos alimenticios que lleva su propio nombre, cuyo objetivo principal es ofrecer a la población en general aquellos nutrientes difíciles de encontrar en la alimentación actual, a través de formulaciones químicas específicas a precios asequibles, buscando siempre lo mejor para el consumidor. Su propósito vital se resume en la misión de la compañía: “Mejorar la calidad de vida de las personas, creando productos accesibles y honestos”.
Según ella misma decía, Ana María tenía la ilusión de ser recordada como una persona que intentó que la gente tuviera buena salud y que fuera feliz.
La compañía responsable de la marca tiene una sólida estructura, un organigrama afianzado y los planes de expansión se mantienen sin alteraciones bajo la dirección general de Anna Solé, persona de confianza desde hace más de 30 años de Ana María, y su hijo Manel Feliu Lajusticia, fundador y presidente de Distribuciones Feliu, S.L.