Más de 200 millones de ciudadanos estadounidenses estaban llamados a las urnas este martes 5 de noviembre. Tenían la misión de elegir al nuevo presidente de la nación y renovar la Cámara de Representantes y un tercio de los componentes del Senado, entre otros aspectos. Se estima que más de 75 millones de estadounidenses optaron por votar de manera anticipada, de acuerdo a un recuento divulgado por la Universidad de Florida.
Aunque el recuento de votos aún no ha finalizado, ya se conoce cuál ha sido el candidato electo. Donald Trump repetirá en la Casa Blanca cuatro años después, al imponerse a Kamala Harris en los estados clave, además de hacer con el voto popular. Quienes también han tenido la oportunidad de ejercer su derecho al sufragio han sido los astronautas estadounidenses que se encuentran en la Estación Espacial Internacional, a unos 400 kilómetros de la Tierra, gracias a un complejo sistema de comunicaciones.
Don Pettit, Nick Hague, Butch Wilmore y Sunita Williams son los cuatro astronautas que han podido emitir su voto desde la Estación Espacial. Fue Wilmore, quien ya en septiembre a través de una rueda de prensa dio a conocer que había enviado su solicitud para recibir la papeleta, recalcando que "es un papel muy importante que todos desempeñamos como ciudadanos (...) y la Nasa nos lo pone muy fácil. Es un deber como ciudadanos y estamos deseando poder votar".
Desde la NASA explican que gracias al Programa de navegación y comunicación espacial (SCaN) los tripulantes acceden a las papeletas de voto en ausencia o de forma anticipada, coordinándose con la oficina del secretario del condado donde viven. Una vez completada la papeleta electrónica, esta es transmitida al Sistema de satélite de seguimiento y retransmisión de datos, hasta llegar a las instalaciones de la NASA en la Las Cruces, Nuevo México.
Allí son rebotadas sucesivamente hasta el Centro de control de la misión Johnson para llegar al secretario, responsable último de emitir el voto. Además, para preservar la integridad del voto, la papeleta durante todo este proceso se encuentra encriptada, y tan solo su emisor y receptor último pueden conocer su contenido.
Los astronautas llevan décadas votando en las elecciones de Estados Unidos, en concreto desde 1997. Esto ha sido posible gracias a un proyecto de ley impulsado desde Texas. La NASA recoge que fue David Wolf quien pudo inaugurar el sistema, mientras se encontraba a borde de la Estación Espacial Mir, mientras que Kate Rubins se convirtió en la última astronauta en ejercer este derecho en las elecciones de noviembre de 2020.