De forma unánime y al unísono, los policías nacionales saldrán a las calles el próximo 9 de noviembre para protestar contra la "nefasta gestión" del Gobierno y la cúpula de Interior ante la catástrofe provocada por la DANA en Valencia. "Son muchos los compañeros que se han trasladado a título personal hasta Valencia para ayudar a los ciudadanos afectados desde el primero momento y acuden coordinándose entre ellos, sin ayuda alguna de ningún tipo", denuncian desde los sindicatos policiales JUPOL, CEP, SUP, SPP y UFP en Alicante, artífices de esta manifestación.
Bajo el lema "Policías indignados, ciudadanos abandonados", la concentración tendrá lugar este sábado, a las 12:00 horas, frente a la Subdelegación del Gobierno en Alicante. Su objetivo es dejar patente su malestar y su "profunda indignación" ante la desidia del Ejecutivo y la dejadez de su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Desde estas organizaciones insisten en que han sido muchas las peticiones que han realizado para que los agentes destinados en Alicante pudiesen participar en las labores de ayuda en Valencia, pero desde la Administración y la Dirección General de la Policía siempre han sido rechazadas. "Somos policías nacionales, pero ante todo somos parte del pueblo", reiteran desde la "rabia y la impotencia" de no haber podido colaborar desde las primeras horas de la catástrofe, con todos los medios, tanto humanos como materiales, que la Policía Nacional tiene a su alcance en la Comunidad Valenciana.
Críticas que se extienden entre los agentes del resto de España, que en las 24 horas siguientes a las fuertes riadas seguían sin poder intervenir. "Se generó un abandono total a los ciudadanos afectados, que no se vieron respaldados ni apoyados por las instituciones", denuncian desde los sindicatos policiales.
Y por todo ello, animan al resto de sindicatos y asociaciones a que se sumen a esta concentración y apoyen estas reclamaciones. Asimismo, invitan a todos aquellos ciudadanos de Alicante que quieran a mostrar su descontento con la nula gestión de la catástrofe, así como su solidaridad con todos los damnificados por la terrible DANA.
Hay que recordar que tres días después de las fuertes riadas, los policías nacionales seguían preguntándose a qué esperaba Marlaska para desplegarles en Valencia. Los agentes denunciaban que "en una emergencia de este tipo no puede haber frenos echados. No puede haber recursos disponibles que no se movilicen".
Apuntaban que son muchas las labores que pueden ofrecer, ya sean "batidas, protección para evitar saqueos, colaborar en la asistencia a personas con movilidad reducida" y un sinfín de funciones que ayudarían a acelerar los trabajos en los primeros días tras una catástrofe de esta magnitud. Y lo más importante, su participación podía facilitar "el descanso de aquellos compañeros que llevaban días trabajando sin apenas descanso". Pero nada de eso parecía tener efecto alguno en el ministro del Interior.