El candidato republicano a la Casa Blanca, el expresidente Donald Trump (2017-2021), azuzó este martes los rumores de un fraude electoral "masivo" en Filadelfia, que las autoridades locales no tardaron en desmentir. "Hay muchos comentarios de TRAMPAS masivas en Filadelfia. ¡¡¡Se acerca la aplicación de la ley!!!", dijo el magnate neoyorquino en su red social, Truth Social.
Filadelfia es la mayor ciudad de Pensilvania, el estado bisagra más importante de los siete que podrían decidir las presidenciales de este martes porque reparte 19 de los 270 compromisarios del Colegio Electoral necesarios para que se declare ganador Trump o la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris.
El Departamento de Policía de Filadelfia dijo no estar al tanto de los supuestos hechos denunciados por Trump. Según comentó a la cadena CNN, no estaban al corriente de ningún problema con la votación que haya requerido una actuación policial.
Este mismo martes el Partido Republicano indicó en un comunicado que cuando se abrieron los centros de votación en Filadelfia por la mañana, "cuatro trabajadores electorales republicanos designados por el tribunal fueron bloqueados del proceso y expulsados ilegalmente".
"Esto es un delito y no debería suceder en una elección justa y segura", señaló la agrupación, para quien lo sucedido "se trata de una violación inaceptable de la confianza pública, que socava la transparencia en las elecciones de Filadelfia".
Posteriormente, el propio Trump informó que todos los trabajadores electorales republicanos habían podido acceder a los colegios para observar la votación.
El partido dijo "estar luchando para proteger el voto en Filadelfia y en todo el país" y destacó que "negarse a permitir que los republicanos ingresen a la sala amenaza la integridad y la seguridad de las elecciones de Pensilvania".
Trump y miembros destacados de la cúpula republicana siguen sin reconocer los resultados de 2020, en los que se impuso Joe Biden, y desde el principio del actual ciclo electoral han avanzado que solo reconocerían el desenlace si consideraban que el proceso ha sido justo y transparente.
Por su parte, las autoridades electorales del condado de Fulton, el más poblado de Georgia, otro de los Estados clave, y donde se asienta la capital Atlanta, han extendido el horario de cierre de cinco precintos de votación afectados por las amenazas de bomba registradas en la mañana de este martes.
Un juez de la Corte Superior del condado de Fulton ordenó los cierres tardíos debido a las afectaciones causadas por las amenazas recibidas en centros de votación para las elecciones presidenciales, en una zona que resulta vital para quien gane este estado clave.
Fulton se suma al condado de Gwinnett y Cobb con lugares de votación que permanecerán abiertos después de la hora límite habitual de las 7 de la noche, hora local (0:00 GMT).
Debido a las contiendas federales y a la Presidencia de EE.UU., los votantes en Georgia que emitan el sufragio en el horario extendido deberán votar mediante una boleta provisional.
Durante la jornada de hoy, el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, dio a conocer que las amenazas de bomba eran falsas y obra de un "actor estatal extranjero", en concreto Rusia.
Las urnas abrieron este martes en Georgia con los reflectores puestos en este decisivo estado 'péndulo', donde más del 50 % de los electores sufragó de manera anticipada y en el que la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump se encuentran en un virtual empate en su aspiración de llegar a la Casa Blanca.
La Secretaría de Estado de Georgia estima que cuando cierren las urnas el70 % de las boletas estarán listas para ser tabuladas.
Con 16 votos electorales, Georgia es uno de los siete estados indecisos, junto con Nevada, Arizona, Wisconsin, Míchigan, Pensilvania y Carolina del Norte, que son considerados cruciales para las aspiraciones de ambos candidatos por la Presidencia.