Con motivo del Día Mundial de Cáncer de Mama, la doctora en biomedicina y oncología molecular, Alba Morán, ha compartido con LA RAZÓN su visión sobre una de las preguntas más recurrentes y complejas en torno al cáncer: ¿hasta cuándo seguirá existiendo esta enfermedad? Con los enormes avances en ciencia y tecnología que han permitido mejoras significativas en los diagnósticos y tratamientos, son muchos los que sentimos que el fin del cáncer debe estar por llegar pronto. Sin embargo, no es así y la doctora Morán nos ha explicado el por qué.
Conforme vamos envejeciendo nuestras células van acumulando errores moleculares que hacen que en algunos casos algunas células puedan crecer descontroladamente y si no son detectadas a tiempo por nuestro sistema inmune pueden dar lugar a un tumor que si crece lo suficiente puede invadir otros tejidos dando lugar a un cáncer metastásico, explica La Dra. Morán.
En las últimas décadas, según la Dra. Morán, hemos cambiado la definición de lo que llamamos "joven". Ahora mismo podemos vivir de media 80 años y alguien de 40 años es socialmente muy joven pero la evolución a nivel biológico no tiene en cuenta esas características o criterios sociales, tiene en cuenta los criterios moleculares. Si alguien ha vivido el suficiente tiempo como para que se hayan acumulado esos errores moleculares, aunque sea una persona joven y le queden muchos años por vivir, ya ha vivido lo suficiente para que esto ocurra.
Aún así, también es cierto que se dan tumores en personas que incluso a nivel biológico son muy jóvenes. Esto se debe a que en determinadas zonas de nuestro ADN (de la información genética que está en el núcleo de nuestras células) esenciales para controlar la capacidad que tiene una célula para multiplicarse, se producen mutaciones que acaban afectando a proteínas "guardianas" que salvaguardan la identidad y la calidad genética de la célula lo que aumenta el riesgo de la aparición de tumores. "Si ese gen muta es muy probable que se produzca cáncer", concluye la Dra.
Según la estadística, afecta "a mujeres por encima de los 40 años. Existen casos de mujeres más jóvenes pero no es lo habitual y también puede darse en hombres aunque es bastante improbable", aclara la Dra. Morán.
Desde su visión como investigadora y doctora en oncología, Morán asegura que "es imposible porque la aparición de tumores es una consecuencia de que tengamos muchas células y vivamos muchos años". Y es que, "simplemente por azar se acumularan mutaciones que harán que aparezcan tumores", apunta. "Había tumores en los dinosaurios porque lo vemos en sus huesos, había tumores en la época de los egipcios porque lo hemos podido detectar en momias, los había en época medieval porque los hemos visto en restos óseos de cementerios medievales. Los ha habido a lo largo de toda la historia de la humanidad, existen también en plantas y en prácticamente todos los tipos de animales, incluso en aquellos que tienen protecciones moleculares que hacen que la incidencia sea menor. Por lo tanto, es imposible que el cáncer desaparezca.
Sin embargo, no todo son malas noticias. La doctora sí tiene algo muy claro: "Lo que sí es posible, es que vivamos más, que sobrevivamos más y que seamos más capaces de detectarlo y de curarlo. De hecho, en los últimos 40 años, según Morán, "hemos duplicado la supervivencia. El reto actual es que lleguemos al 70% de supervivencia para el año 2030, un dato ambicioso pero no imposible", como asegura la experta.
"Lo que buscamos es ser capaces de detectarlo, de tratarlo y cuando no sea posible curarlo, convertirlo en una enfermedad crónica. Y esto no es un fracaso". La doctora pone entonces el ejemplo de la diabetes. "Hace 70 años en países donde la insulina no estaba garantizada, un paciente con diabetes se podría morir y hoy en día es impensable. El cáncer será algo parecido y ya tenemos casos de cronificación con enfermedad metastásica durante 10 o 15 años y eso no se puede llamar fracaso", concluye la experta.