Las redes sociales han dejado de ser una herramienta exclusivamente para compartir contenido. Sus funciones varían según el interés del usuario, desde publicitar una campaña de marketing hasta vigilar nuestras cuentas.
Es el caso de Hacienda, que dentro de sus múltiples formas de controlar y vigilar que todos los contribuyentes cumplen con sus obligaciones fiscales, aparece el uso de las redes sociales como vía de investigación. En concreto, Hacienda puede hacer uso de plataformas como Tik Tok, Instagram o Facebook para controlar que los ciudadanos no cometen infracciones.
Los programas de investigación se encuentran en el día a día de los inspectores de Hacienda. Su trabajo no es otro que comprobar que lo que presentan los ciudadanos no muestre discrepancias con la realidad. Para encontrar posibles contradicciones, el organismo público utiliza múltiples bases de datos. Sin embargo, según el abogado especializado en derecho digital, Raúl Florido, Hacienda también usa las redes sociales.
Al ser plataformas digitales, los usuarios tienen complicado saber que persona les está contactando o, directamente, quiénes están observando sus publicaciones. La mayoría de los perfiles empresariales son públicos, por lo que todo usuario tiene acceso a cualquier tipo de información como correos, teléfonos, horarios o la propia ubicación de la empresa.
"Han llegado a comprar productos desde Hacienda con su propio e-mail personal, para ver si quien daba, en este caso, la formación, era el titular del negocio o era otra persona, para imputarle el carácter personalísimo", afirma el experto durante una entrevista en un podcast.
Según estas declaraciones, Hacienda investiga a través de las publicaciones realizadas en las redes sociales. Un ejemplo podría ser un análisis entre las actividades realizadas y las declaradas. Si los inspectores observan que hay menos actividades registradas de las que aparecen en redes, se levanta una sospecha de posibles infracciones del empresario o trabajador.
Otra posibilidad de investigación es revisar los comentarios o reseñas que hay en las publicaciones. Si la compañía tiene éxito entre los usuarios, y resulta que su declaración es inferior respecto a lo que aparenta, Hacienda puede empezar a dudar.
Asimismo, Raúl asegura que el organismo público ha llegado a solicitar a las compañías telefónicas la geolocalización de algunos trabajadores, con el objetivo de averiguar si se encuentran residiendo fuera del país o no.
A pesar de ser una vía más de vigilancia, Hacienda no puede utilizar la información recogida en redes de manera aislada e individual, sino que está obligada a contrastar la información a partir de otras vías. Por tanto, el organismo público no puede pasar a la acción hasta que no obtiene otras pruebas como movimientos bancarios u otros documentos.