Desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022 han pasado más de 960 días. Desde entonces, lo que parecía que iba a ser un desfile militar de Moscú, dada la diferencia entre ambos ejércitos, se ha convertido en una pesadilla para Putin y aunque poco a poco sus tropas van ganando terreno en las zonas del Donbás, la situación está muy lejos de lo planeado. El arrojo de los soldados ucranianos y la ayuda militar de occidente han ralentizado el avance ruso y han provocado muchas más bajas de las esperadas. Así, en estos de 31 meses Rusia ha sufrido unas cuantiosas pérdidas, aunque difíciles de cuantificar. El Departamento de Defensa de Estados Unidos sí que ha ha atrevido a hacer una valoración al respecto y estima que las bajas de las tropas enviadas por el Kremlin ya supera el número de 600.000, entre muertos y heridos.
Mientras que las imágenes y videos recopilados en los campos de batalla evidencian la pérdida de más de 18.300 vehículos y equipos de distinta naturaleza, incluidos 3.500 carros de combate, más de 6.500 blindados de todo tipo, más de 270 aeronaves tripuladas y 28 buques.
La pérdida de al menos 3.446 carros de combate contabilizados, entre destruidos (2.386), dañados (158), abandonados (370) y capturados (532), ha llevado a los mandos rusos a echar mano de antiguas reservas soviéticas, que datan incluso de la Segunda Guerra Mundial, según la información facilitada por un portavoz del Departamento de Defensa estadounidense.
Estas cantidades de tanques se muestran en imágenes obtenidas de material en los campos de batalla, recogidas por los analistas de inteligencia del portal neerlandes Oryxpioenkop. Entre las pérdidas rusas también se contabilizan 1.632 vehículos de combate blindados (AFV); 4.708 vehículos de combate de infantería (IFV), 503 transportes blindados de personal (APC), 56 vehículos protegidos contra emboscadas y minas (MRAP), 291 vehículos de movilidad de infantería (IMV), 3.639 vehículos de distinto tipo (como camiones y 4x4), 838 piezas de artillería autopropulsada, 412 piezas de artillería remolcada, 426 piezas lanzacohetes, 280 sistemas de misiles antiaéreos, 81 radares, 129 aviones, 145 helicópteros, 17 vehículos aéreos de combate no tripulados (UCAV), 475 vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento y 28 buques de superficie y submarinos, entre otros equipos.
En todo caso, Rusia ha sido capaz de mantener duros combates en casi 1.000 días de guerra en Ucrania y se espera que siga empleando grandes cantidades de material y tropas en el conflicto, aunque sin llegar de momento a una movilización de tropas en masa que podría comprometer la popularidad del presidente Putin en su país.