Hoy, Alhucemas despide con el corazón encogido a un grupo de mujeres extraordinarias que, durante décadas, dedicaron su vida al servicio de los más vulnerables. Estas monjas pertenecen a la Comunidad de Hijas de la Caridad, que fue fundada en 1940 en Marruecos, y desde entonces han estado profundamente comprometidas con la labor humanitaria en nuestra ciudad, especialmente en el Hospital Mohamed V, escribe Rue20.
Con una entrega incansable y una devoción absoluta, marcaron una era en Alhucemas. Su labor, centrada en el cuidado de los enfermos, sobre todo niños, el consuelo a las familias, y la asistencia a quienes no tenían más que su propio dolor, quedará grabada para siempre en la memoria colectiva de nuestra ciudad, subraya.
Estas hermanas no solo sanaban cuerpos, sino que también brindaban esperanza en los momentos más sombríos. Cuando éramos niños, allá por los años 60 del siglo pasado, muchos de nosotros fuimos testigos de su generosidad sin límites. A lo largo de los años, han sabido ver la dignidad en cada persona, restaurándola con su atención, a pesar de las adversidades. Entre ellas, la madre Josefa Suárez, DEP, sobresalió no solo por la magnitud de su entrega, sino por la profunda conexión que creó con los habitantes de Alhucemas. En ella se encarna el espíritu de todas las monjas que compartieron su vida con nosotros.
Con su partida, se cierra un capítulo importante de nuestra historia, pero el impacto de su presencia seguirá resonando en las vidas de aquellos que tuvieron el honor de ser atendidos, cuidados y amados por estas mujeres excepcionales. Cada rincón del hospital, especialmente la sección infantil, donde se sentaron a ofrecer consuelo, está impregnado de su legado de amor y compasión. agrega.
Por suparte, Nador City subraya que a lo largo de los años, los servicios de las monjas han sido una parte esencial de la atención a los pacientes y varias generaciones han en el hospital local. Es de destacar que en esta época se produjo la muerte de la famosa monja española, Madre Josefa Suárez, fallecida el año pasado en las Islas Canarias. La Madre Khosifa pasó más de 60 años sirviendo a los enfermos y necesitados en Alhucemas y las zonas rurales circundantes.
Khosifa era conocida por su gran dedicación, ya que pasó medio siglo como voluntaria en el Hospital Mohammed V, brindando atención médica a pacientes sin discriminación, lo que la convirtió en una figura querida y respetada entre los residentes de la ciudad. Su muerte dejó un profundo impacto en el alma de los habitantes de Alhucemas, que expresaron su tristeza por la pérdida de esta personalidad humanitaria que dedicó su vida a servir a los demás.
Con la retirada de las monjas del hospital, la provincia pierde uno de los pilares humanitarios que contribuyó a fortalecer el sistema de salud local, lo que plantea interrogantes sobre el papel de la sociedad civil local y de las autoridades sanitarias a la hora de llenar este vacío y reunir las necesidades de la población en el futuro.