Las colas regresaron hoy al paso fronterizo entre España y Gibraltar. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, instó a Gibraltar a no utilizar a los trabajadores españoles transfronterizos como rehenes para ejercer demostraciones de fuerza en el marco de las negociaciones.
Esta petición se produjo después de que esta mañana en la verja, las autoridades del peñón han prohibido el acceso de cualquier extranjero que no presentase su pasaporte, -lo normal es que enseñen solo el documento de identidad- afectando a los miles de trabajadores españoles que cada día cruzan la verja.
Esta prohibición se ha mantenido por espacio de una hora, provocando no solo el malestar de los afectados, sino largas retenciones en el paso fronterizo tanto de personas como de vehículos. Landaluce ha señalado que “Gibraltar ha vuelto a demostrar, una vez más, que cuando lo desee, puede provocar importantes molestias y perjuicios a nuestros trabajadores transfronterizos, pero estos daños también afectan a los gibraltareños, sus negocios y empresas”.
Este tira y afloja de las autoridades del Peñón coincide con sendos encuentros del ministro Albares con las autoridades del Campo de Gibraltar además del Grupo Transfronterizo que engloba a trabajadores y empresas de la región. En el punto de mira se encuentran los futuros controles de Schengen que entrará en vigor el próximo 10 de noviembre.la Unión Europea implantará en sus fronteras exteriores los nuevos controles de acceso al Espacio Schengen, un sistema informático automatizado que escaneará los pasaportes y proporcionará datos biométricos -huellas dactilares e imágenes faciales- y mantendrá un registro electrónico de los nombres de los viajeros y las fechas y lugares de entrada y salida.Este mecanismo sustituirá de forma efectiva la práctica actual de sellar manualmente los pasaportes y poder calcular así el tiempo de permanencia en el Espacio Schengen. También será aplicado en la Verja de Gibraltar en caso de no mediar antes un acuerdo para regular el encaje de la colonia en la UE tras el Brexit.
En este contexto, el Gobierno de Gibraltar ha acusado a la Policía Nacional española de "suspender unilateralmente las medidas provisionales en la frontera" y justifica los controles y colas generadas este viernes en el paso fronterizo como una "respuesta de reciprocidad". En concreto, el Gobierno de Fabián Picardo ha denunciado lo que considera “tácticas de presión por parte de España de cara a la consecución de un acuerdo sobre el Peñón después de que en las últimas horas la Policía Nacional haya reintroducido de forma temporal los controles de pasaporte.
Según un comunicado de las autoridades de Gibraltar “el Ministro Principal de Gibraltar dio instrucciones de que, a menos que se restablecieron los acuerdos provisionales antes de las 07:00 horas de hoy, Gibraltar optaría, aunque a regañadientes, por la reciprocidad inmediata de trato en el acceso a Gibraltar”. De este modo, cualquier nacional de un tercer país que no sea ciudadano británico o residente en Gibraltar deberá presentar un pasaporte para entrar en Gibraltar, que le será sellado. Si bien, es cierto, que el episodio solo ha durado unas horas, este tira y afloja refleja un aumento de la tensión de cara a un posible acuerdo, que no llega tras años de infructuosas negociaciones.