El "caso Koldo" es el primer caso de corrupción que afecta al Gobierno progresista después de más de seis años en el poder. El trasfondo de la trama, que hizo negocio con comisiones ilegales en lo peor de la pandemia, es especialmente demoledor si tenemos en cuenta que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa en 2018 a lomos de una moción de censura a Mariano Rajoy contra la "corrupción", en alusión a la "trama Gürtel". En este punto, el Ejecutivo se juega su crédito, en el tratamiento y reacción que se haga ante una causa que ya afecta al que fuera máximo dirigente del Ministerio de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. Los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) le otorgan un papel "relevante" y de "responsabilidad" dentro del entramado criminal.
En una primera reacción, después de que se conociera el contenido de dicho informe y que el juez que investiga la causa haya pedido al Congreso que confirme si Ábalos es diputado, paso previo a la imputación, la actitud del Gobierno y del PSOE es marcar distancias con el que fuera ministro y número tres del partido. "Está fuera", resumen tajantes las fuentes consultadas, que exhiben su salida del Ejecutivo en 2021 y, más recientemente, la puesta en marcha de una auditoría por parte del actual titular de la cartera, Óscar Puente para depurar cualquier responsabilidad de los cargos que aún continuaban en el ministerio.
A nivel de partido, la fuentes consultadas recuerdan también que se le suspendió "de inmediato" de militancia cuando comenzaron a trascender informaciones y se le expulsó del Grupo Parlamentario Socialista. Todo, en un ejercicio de "ejemplaridad", presumen, que no se ha dado en otros casos dentro del propio PSOE, pero también del PP, reclaman. El propio Ábalos ha intentado en varias ocasiones forzar su reingreso en el partido, pero ahora, anticipan desde la dirección, esto no se va a producir y la expulsión acabará por materializarse.
Fuentes gubernamentales por su parte, se abonan a la prudencia y se muestran partidarios de que avancen las investigaciones y su disposición a colaborar en lo que sea preciso para que se esclarezcan los hechos. Esto en privado, porque en público, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, desvió la cuestión, señalando que únicamente conoce la petición al Congreso de los Diputados para que aclare si Ábalos es parlamentario. "Es al Congreso y desde el Gobierno no podemos decir más", ha indicado.
Ábalos lo esperaba
Por su parte, el propio José Luis Ábalos no se ha mostrado sorprendido por la petición de la Unidad Central Operativa (UCO) de imputarle por su presunta implicación en el "caso Koldo" ya que considera que "era de esperar", pero en todo caso ha reiterado que él no forma parte de "ninguna trama". En una entrevista con Carlos Alsina en "Más de Uno" el pasado mes de septiembre, el que fuera ministro de Transportes ya confirmó que "se daba por imputado".