Momentos de tensión y preocupación son los que han pasado Dani Cuesta y su esposa tras haberse manifestado contra Peter Lim, el máximo accionista del Valencia CF. La pareja de aficionados que hoy se encuentra retenida en Singapur es investigada por participar en una reunión pública, según aseguraron este miércoles The Straits Times, una de las cabeceras de referencia de la ciudad-estado asiática, y otros medios.
Este presunto delito se explica ante la ley como una reunión o manifestación sin aviso previo ni permiso para demostrar apoyo u oposición a opiniones o acciones de un tercero o dar publicidad a una campaña. Según la versión en línea de la página del Gobierno de Singapur, esta ley recoge que la mayor pena con la que podrían contar los españoles sería de 3.000 dólares singapurenses (aproximadamente 2.100 euros). Esta norma recalca que se multará a cada persona.
Asimismo, la sanción podría ser de hasta 5.000 dólares singapurenses, en el caso de que alguien culpable reincida en este tipo de manifestación, que, según la ley, necesita de un permiso específico en el momento en el que dos o más personas circulen "para demostrar apoyo u oposición a las opiniones o acciones de cualquier persona, grupo de personas o cualquier gobierno" o "para dar publicidad a una causa o campaña", caso que sería el de la pareja.
Este mismo miércoles, la familia de los valencianistas pidió discreción para poder resolver su situación cuanto antes y con las menores consecuencias posibles.
La pareja española, tras casarse el pasado 28 de septiembre en Valencia, viajó unos días después a Singapur. Desde este país, Dani Cuesta colgó una serie de fotos y mensajes en las redes sociales en lugares emblemáticos y frente a una propiedad de Lim con una bandera con el lema "LIM OUT" y "LIM GO HOME", con el que buena parte de la afición del club protesta contra la gestión del inversor desde hace años.
Además, también colgó un video en el que se ve cómo pega una pequeña pegatina en una puerta que, al parecer, es también de una propiedad del empresario, una acción que parece que ha sido la que ha desencadenado la investigación policial.
Cuando el pasado viernes ambos iban a abandonar Singapur con destino a Bali, fueron instados a regresar a su hotel, en donde la policía local les retiró el pasaporte. Desde entonces, están en contacto con la Embajada de España y a la espera de que se resuelva el caso, mientras pueden moverse por el país pero no abandonarlo.