No suele suceder, pero Ucrania ha reconocido de forma oficial que un misil hipersónico ruso Kinzhal ha impactado cerca de un aeropuerto de la base aérea de Starokostiantyniv, al oeste del país. Este ataque se produce pocas horas después de que el ministro de Defensa holandés anunciara que su país suministrará a Ucrania más aviones F-16 en los próximos meses en un momento delicado para el país invadido, que ve como sus tropas siguen perdiendo terreno de forma lenta pero constante ante el avance de las fuerzas rusas en el este de Ucrania.
El gobierno de Zelenski no ha revelado el alcance del daño causado por el misil en esta base, que ha sido atacada habitualmente desde que comenzó la invasión a gran escala de Rusia a principios de 2022. Según el medio ucraniano Unian, tres aviones rusos MiG-31K lanzaron misiles sobre el aeródromo de Starokostiantyniv.
¿Por qué Rusia ataca esta base de forman continuada? Hace meses, el Kremlin reveló que la base de Starokostiantyniv albergaría aviones de combate F-16 suministrados por Occidente. Actualmente Ucrania tiene unos 20 cazas de fabricación estadounidense, la mayoría cedidos por Dinamarca. El último caza llegó recientemente transferido por Países Bajos y es el primero de un lote de 24 aviones F-16 que serán enviados en los próximos meses por los holandeses.
Por motivos de seguridad, Kiev ha mantenido en secreto dónde tiene estacionados los poderosos aviones de Lockheed Martin, pero las autoridades rusas sospechas que esta base alberga o podría albergar aviones occidentales. Los ataques con misiles hipersónicos tendrían como objetivo destruir los aparatos y las pistas de despegue.
Según el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, Rusia ha lanzado alrededor de 20 misiles y casi 400 drones en la última semana. Según los expertos, los ataques rusos con drones sobre territorio ucraniano tienen varias ventajas para Moscú. En primer lugar, obliga a Ucrania a utilizar parte de sus reservas de misiles -muy costosos- para interceptar los aviones no tripulados, mucho más baratos que los misiles. En segundo lugar, revela la ubicación de las defensas aéreas ucranianas al obligar a las tropas de Kiev a disparar sus armas para derribar los drones. De esta manera, Moscú puede facilitar mejor sus futuros ataques.
Andrii Cherniak, portavoz de la inteligencia militar de Ucrania, reconoció en julio, según cuenta el New York Times, que Rusia usa drones con cámaras para identificar la ubicación de las defensas aéreas de Ucrania. Los F-16 suministrados por países europeos le sirven a la fuerza aérea ucraniana para identificar y neutralizar los misiles rusos; por este motivo, estos cazas se han convertido en un objetivo prioritario para los estrategas rusos.
El misil ruso Kinzhal lanzado contra la base militar ucraniana vuela a diez veces la velocidad del sonido y puede estar equipado con cabezas nucleares. Está considerado el arma más poderosa de la Fuerza Aérea Rusa y presenta un alcance de hasta 2.000 kilómetros.