Roca Rey vivió una tarde dramática en la plaza de toros de Las Ventas, cuando fue cogido por el segundo toro de su lote mientras ejecutaba un pase de pecho. La brutal embestida lo levantó por los aires y lo mantuvo suspendido por la chaquetilla, en una escena que Patricia Navarro describió el este diario como "segundos eternos, terribles y horribles". Aunque logró cortarle una oreja al toro, el torero fue trasladado a la enfermería y no pudo continuar la lidia.
El parte médico, firmado por el doctor García Padrós, informa de una "cornada con dos trayectorias de 15 cm cada una en la parte posterior del muslo derecho, que causó destrozos en los músculos isquiotibiales y el glúteo mayor, además de contusión en el nervio ciático". Roca Rey fue operado en la enfermería bajo anestesia general antes de ser trasladado a la clínica La Fraternidad, con pronóstico grave.
Esta mañana, fuentes cercanas al torero informaron a LA RAZÓN que el peruano pasó la noche sin fiebre ni complicaciones graves, aunque con las molestias propias de la lesión. Esta mañana se le realizó una resonancia para descartar lesiones cervicales tras la violenta caída, dado que presentaba dolor en el cuello, pero las pruebas han sido tranquilizadoras. En cuanto a la preocupante contusión en el nervio ciático, no se han detectado complicaciones importantes hasta el momento.
Roca Rey será sometido a una revisión general esta tarde para evaluar la evolución de la herida y su estado general tras las primeras 24 horas del percance. Aunque la cornada es grave, los médicos son optimistas respecto a su pronta recuperación. La intención del torero es viajar al Perú esta misma semana.