Tres semanas después del inicio de la nueva fase en la guerra contra Hizbulá y coincidiendo con el aniversario del 7-O, Israel intensifica su ofensiva contra la milicia chiita libanesa tanto en el sur y el este del país levantino como en Beirut. Lejanas ya las esperanzas de alto el fuego en el Líbano, la aviación israelí continuó este domingo bombardeando con dureza el sur del país de los cedros, con hasta 150 objetivos alcanzados, según su portavoz arabófono. Además, los enfrentamientos sobre el terreno de las tropas israelíes y los miembros de Hizbulá, cuando se cumple la primera semana desde el inicio de las incursiones terrestres de las tropas israelíes, se intensifican. El objetivo de Israel no es otro que neutralizar las capacidades de Hizbulá en la frontera y forzar no solo la retirada de las milicias de la organización chiita por encima del río Litani sino neutralizar su estructura militar.
En el sur de la capital libanesa, la extensa zona conocida como Dahiyeh, volvió este domingo -desde primera hora de la madrugada- a ser escenario de intensos bombardeos israelíes. Los ataques tuvieron como blanco, según fuentes israelíes, «depósitos de munición y otras infraestructuras» en los barrios de Bourj el-Barajné y Ghobeiri y también en la localidad de Choueifate. Junto a Bourj el Brajné las imágenes de televisión mostraban a primera hora de la madrugada del domingo una enorme bola de fuego elevándose hacia el cielo tras el ataque a una estación de servicio situada junto a la antigua carretera del aeropuerto de Beirut. Según el medio local «L’Orient-Le Jour», otro ataque israelí impactó en las dependencias de la televisión Al Manar, vinculada a Hizbulá, en la zona de Haret Hreik. Tras varias horas de calma relativa coincidiendo con el mediodía, los ataques contra el bastión de Hizbulá en la capital libanesa prosiguieron en la tarde del domingo. Por otra parte, aunque sin confirmación de parte de las FDI, la falta de noticias del presidente del Consejo Ejecutivo de Hizbulá -y posible sucesor de su primo Hasán Nasrala-, Hachem Safieddine, después de tres días apunta a su muerte definitiva en uno de los bombardeos israelíes contra su supuesta guarida en el sur de Beirut. También en la jornada de ayer, los mandos militares de Israel informaron de la muerte de un miembro de Hizbulá cargo de comandante de compañía -identificado como Jacher Alí Toil- en un bombardeo de la aviación en Kfar Kila, en el sur del Líbano.
Por su parte, la organización asegura haber golpeado con éxito nuevamente intereses israelíes. La milicia proiraní reportaba ayer haber atacado con éxito con «drones explosivos» una base del Ejército israelí situada al sur de la localidad de Haifa y a un grupo de soldados en la localidad de Ma’alot-Tarshih. En medio de una situación de alta tensión -las autoridades israelíes han dejado claro que habrá respuesta contra el régimen iraní al masivo lanzamiento de misiles balísticos del pasado martes y anoche Teherán suspendía todos los vuelos en su territorio-, la jornada del domingo fue además testigo de un nuevo cruce de amenazas entre Israel y la República Islámica de Irán.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, prometió bombardeos en el país persa como en «Gaza y Beirut». «Somos poderosos tanto en defensa como en ataque, y esto se reflejará en la forma que elijamos, en el momento y lugar que elijamos. Ustedes saben qué hacer, nosotros sabemos qué hacer y, al final de esto, nos aseguraremos de ganar esta guerra», aseveró el titular de Defensa israelí a los pilotos de aviones de combate durante su visita a la base de Nevatim.
Desde la agencia oficial Tasnim, no tardó la réplica en llegar: una fuente militar iraní aseguró que «el proyecto para la necesaria respuesta frente a una posible acción de los sionistas está totalmente preparado». «Si Israel actúa, no hay duda de que el contraataque iraní se llevará a cabo», zanjó la misma fuente.
Poco después, la Organización de la Aviación Civil iraní anunció este domingo la suspensión de los vuelos en todos los aeropuertos del país hasta la mañana del lunes debido «restricciones operativas» desatando los rumores sobre un inminente contraataque israelí. «Los vuelos de los aeropuertos del país serán cancelados desde las 21.00 de esta noche (17.30 GMT) hasta las 6.00 de la mañana del lunes (2.30 GMT)», dijo el portavoz del el organismo, Jafar Yazerlu, informó IRNA. Mientras tanto, la situación humanitaria en el Líbano no deja de deteriorarse. El Ministerio de Educación, que ha pospuesto la vuelta a las clases hasta el 4 de noviembre, asegura que el 40% del total de alumnos se ha visto obligado a abandonar sus hogares. Según datos de Naciones Unidas, al menos 220.000 libaneses han abandonado su país para poner rumbo a la vecina Siria desde que las tropas israelíes comenzaron sus incursiones en el país levantino.
En el año transcurrido desde el 7-O, Beirut hace balance y eleva ya hasta los 2.036 el número de muertos en su territorio -además de casi 10.000 heridos- como consecuencia de las «agresiones israelíes».
Tras la polémica de las últimas horas entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente francés Emmanuel Macron -quien pedía en la víspera un embargo de armas internacional a Tel Aviv para poner fin a la guerra en Gaza-, el mandatario galo anunció ayer la organización de una conferencia internacional sobre el Líbano este mes. El ministro de Salud libanés anunció ayer la recepción de 25 toneladas de medicamentos y otros materiales sanitarios por parte de UNICEF.