Los países europeos se han pronunciado este viernes a favor de imponer tarifas arancelarias a los coches eléctricos importantes desde China durante los próximos cinco años. La Comisión Europea decidió en el mes de julio un gravamen suplementario de hasta el 37,6% (luego lo rebajó al 36,3%) que se suma al 10% habitual, al entender que el gigante asiático está inundando de coches eléctricos el mercado europeo y practicando competencia desleal. Entrarán ahora en vigor de forma definitiva cuando se publiquen en el Diario Oficial de la UE, a más tardar, el 30 de octubre, aunque Bruselas aseguró que "la UE y China continuarán trabajando duro para explorar una solución alternativa que sea completamente compatible con la Organización Mundial del Comercio (OMC)".
Para que estas tarifas suplementarias se convirtieran en permanentes era necesaria la luz verde de los países europeos. Aunque finalmente no ha sido posible aglutinar a 15 países que se pronuncien en contra de esta medida, las diferencias entre las capitales son más que evidentes. Mientras Francia ha llevado la voz cantante en la postura dura contra China, Alemania se ha decantado finalmente por votar en contra, ya que el gigante asiático representa alrededor del 30% de las ventas por parte de los fabricantes alemanes y las represalias por parte de China pueden dañar fuertemente a su industria automovilística.
Aunque en un principio España se mostró a favor de estas tarifas, las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las que pidió evitar una guerra comercial con China durante su viaje al país, fueron interpretadas como un cambio de posición por parte de España. En la votación de hoy, 10 países votaron a favor, 5 en contra y 12 se abstuvieron, confirmaron las fuentes.
El sector porcino español podría perder 500 millones de euros anuales, en caso de que China suba sus tarifas arancelarias como respuesta a la decisión de la Comisión Europea Actualmente España es el socio europeo que exportar más cerdo a China (el 80% se concentra en Cataluña y Aragón) y el sector cárnico sustenta aproximadamente 115.000 empleos en España.
En 2023, China fue el cuarto socio comercial de España y el segundo proveedor de bienes. Aparte del sector cárnico, las empresas españolas que cuentan con más presencia en el gigante asiático son las relacionadas con la energía, los servicios financieros, la consultoría, el textil, la automoción, la electrónica, el turismo, los servicios legales o las telecomunicaciones.