La Europa League regresa a San Mamés siete temporadas después con un encuentro que mantiene en alerta máxima a las fuerzas de seguridad que quiere evitar a toda costa cualquier incidente tras la vergonzosa polémica con las bengalas en Roma. El Athletic se mide al AZ Alkmaar neerlandés y sus ultras ya han paseado su violencia por Europa. Un temor que ha llevado a la Ertzaintza a triplicar sus efectivos.
Y es que al AZ le sigue un grupo conocido de ultras, que se hacen llamar Ben-Side y que protagonizaron una auténtica batalla campal la pasada temporada en las semifinales de la Conference League de 2023, cuando se enfrentaron al después ganador West Ham.
El rival del Athletic se vió obligado a supender a 43 de sus aficionados por atacar a los familiares y amigos de los jugadores ingleses que se encontraban en la grada del AFAS Stadion. Todo sucedió después de que Fornals sellara el pase a la final de los ‘Hammers’ con un gol en el tiempo de descuento. Los ultras locales derribaron una valla y fueron a atacar a la gente del West Ham que se encontraba en la grada. La seguridad se vio desbordada y los futbolistas ingleses acudieron para defender a los suyos. Tras la batalla campal, el AZ habló de “noche negra” y de “vergüenza” por el comportamiento de sus aficionados.
Visten de negro, van encapuchados y se definen de izquierdas, antifas y antisemitas pero son ante todo, violentos. Puede que los ultras del AZ Alkmaar no sean reconocidos como los hinchas más feroces de Europa, pero en los últimos años se han ganado cierta reputación para estar incluidos en los listados policiales de grupos más peligrosos del fútbol.
Varias exhibiciones de violencia que culminaron en el brutal enfrentamiento con los seguidores del West Ham la temporada pasada, lo han convertido en un grupo bastante conocido en el mundo del fútbol. El grupo, llamado Ben-Side, debe su nombre al lugar donde se sentaban en su antiguo estadio: la tribuna Jan van der Ben, en el lado corto del Alkmaardehout.
El grupo afirma en su página web que sólo se centra en “mejorar la atmósfera en el estadio”, pero sus acciones sugieren lo contrario. Entre otras cosas, este grupo de jóvenes ultras tiene en su historial un intento de asesinato con arma blanca y decenas de batallas campales frecuentes. Los orígenes del Ben-Side se remontan a 1977, cuando se enfrentaron por primera vez con los aficionados del Feyenoord y del Haarlem en dos incidentes separados: el primero cuando arrojaron botellas a los jugadores del Feyenoord, y el segundo cuando llevaron cuchillos al partido, lo que resultó en disturbios y múltiples arrestos.
Nueve años después, en 1986, el grupo se vio envuelto en lo que probablemente fue su enfrentamiento más infame hasta el año pasado, una gran pelea con aficionados del PSV . En un día de caos, 28 personas fueron detenidas y un aficionado del PSV de 16 años fue trasladado de urgencia al hospital tras ser apuñalado en una pelea fuera del estadio. Más tarde, una bomba casera fue arrojada a la tribuna del PSV. Afortunadamente, nadie resultó herido.
Más recientemente, los ultras del AZ se han visto involucrados en más actos de violencia. En 2017, organizaron una pelea con los ultras del Feyenoord en la que 20 hinchas de cada bando se reunieron en un descampado a 80 kilómetros del estadio AFAS para, básicamente, darse una paliza. Incluso - a imagen y semejanza de los temibles grupos rusos- hubo reglas para la pelea, con acuerdos previos que prohibían las armas y establecían que nadie que hubiera caído al suelo podía ser golpeado.
En noviembre de 2021, durante las restricciones por el coronavirus en los Países Bajos, los miembros del Ben-Side irrumpieron en un partido a puerta cerrada contra el NEC Nijmegen. A los 15 minutos de juego, comenzaron a lanzar bengalas y fuegos artificiales, y algunos incluso lograron ingresar al campo. El árbitro tuvo que detener el juego y esperar a que el personal de seguridad expulsara a los intrusos.
Su violento historial ha desatado el temor en Bilbao aunque las fuerzas policiales consideran que el hecho de que la ideología de los ultras de Alkmaar sea de izquierdas rebaja las posibilidades de enfrentamiento con los Herri Norte, abertzales vinculados a la extrema izquierda.
El grupo fue formado en 1982. Al poco de su creación se remodeló la grada norte del estadio San Mamés, donde se asientan para acoger la Copa Mundial de Fútbol de 1982. A finales de los años 80, coincidiendo también con una mala época para el Athletic Club, Herri Norte sufrió una crisis interna, en la que el grupo se dividió en dos bandos los HN-Taldea y los HN-Boys. Finalmente, Boys fueron expulsados del grupo, ya que a pesar de ser las dos facciones de izquierdas los Herri Norte Boys querían centrarse más en animar al equipo con un estilo de grada más italiano, a lo que los Taldea se negaban.
Criados en el odio a España, se encargan de proclamarlo en sus pancartas y en su redes sociales. "No somos españoles y ni puta falta hace..." es uno de sus gritos de guerra.
A principios de los años 90 HNT creció considerablemente, creándose secciones hasta fuera del País Vasco y se convirtió en un grupo de corte hooligan inglés. Desde entonces, el grupo ha realizado varios actos de carácter antifascista y ha provocado gravísimos incidentes. Herri Norte canaliza la «kale borroka» (lucha callejera) no en la quema de cajeros, coches o contenedores de basura, sino en la violencia que enfrenta a otros grupos radicales que acuden a Bilbao a jugar con el Athletic. En su particular palmarés este grupo nacido a principios de los ochenta cuenta con enfrentamientos con otros grupos ultras españoles como UltrasSur (Real Madrid), Frente Atlético (Atlético de Madrid), Ultra Boys (Sporting), Supporters Sur (Betis)... y también con otros radicales de equipos extranjeros entre ellos los del Olympique de Marsella o los del Spartak.
En diciembre de 2018, Herri Norte Taldea fue incluida en la lista provisional de aficiones radicales y violentas que elabora la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte tras una batalla campal con radicales del Spartak en los que falleció un ertzaina. Tienen un pasado salpicado de múltiples altercados y conexiones con diferentes líderes de la izquierda abertzale.