Estar al corriente de pago es una tarea complicada para muchas familias en nuestro país, sobre todo para tres de cada cuatro que vive al día, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios. La factura de la luz o el agua, la mensualidad de algún crédito bancario, el alquiler o la hipoteca, la declaración de la Renta o la cesta de la compra son tan solo algunos de los muchos gastos a los que tienen que hacer frente muchos hogares. Sin embargo, no todos pueden asumir estas deudas al no contar con dinero suficiente para ello, convirtiéndose en morosos.
Tener deudas con Hacienda está a la orden del día. Y es que, ya sea por un descuido o con intenciones de defraudar, hay muchos ciudadanos en nuestro país que no están al corriente de pago con la Administración, lo que puede dar lugar al aumento de la deuda con recargos e intereses, sanciones o incluso al embargo de sus bienes. No obstante, algunos podrán evitar rendir cuentas con la Agencia Tributaria gracias a la Ley de Segunda Oportunidad, librándose de deudas insostenibles y pudiendo empezar de nuevo.
Este es un mecanismo legal en España "que permite a particulares y autónomos reestructurar o cancelar sus deudas si cumplen ciertos requisitos", según explica el portal de reclamaciones reclamador.es. Esta ley facilita a aquellas personas que son insolventes y que no pueden hacer frente a sus obligaciones financieras tener una salida. No solo afecta a las deudas privadas que se hayan contraído con bancos o entidades financieras, sino también a aquellas que se tengan con Hacienda o la Seguridad Social.
Aquellos que quieran acogerse a estar ley y cancelar sus deudas con Hacienda deberán cumplir una serie de requisitos:
Además, la ley establece que se pueden cancelar hasta 10.000 euros de deuda con Hacienda, por lo que si supera dicha cuantía, se cancelará de manera parcial, sin poderse eliminar por completo. "En estos casos, el excedente deberá ser pagado, aunque la Ley de Segunda Oportunidad puede ayudarte a negociar un acuerdo más accesible con tus acreedores", explica el portal de reclamaciones.
Reducir o eliminar una deuda financiera con Hacienda puede mejorar la situación económica de la persona insolvente y también le permitirá poner punto y final a embargos o procedimientos de ejecución por parte de la Administración. Asimismo, al reducir el total de las deudas, la persona que se haya acogido a esta ley podrá hacer frente "más fácilmente" a otras obligaciones financieras.