España resolvió la fase de grupos de la Copa Davis con sus victorias ante la República Checa y Francia. Y la adornó imponiéndose a Australia para que la fiesta fuera completa en la Fuente de San Luis y para que todo el equipo llegara feliz a la final dentro de dos meses en el Martín Carpena. La presencia de Alcaraz ha alimentado la confianza de un grupo que hace un año se estrelló en las mismas instancias en las que ahora ha firmado un pleno. Con Alcaraz, Bautista ha demostrado que sigue siendo un jugador perfectamente aprovechable para la élite y Marcel Granollers ha confirmado que hay pocos doblistas como él en el circuito. La última jornada sirvió para que Carreño siguiera dando pasos en su recuperación, para que Pedro Martínez se sintiera más partícipe del objetivo conseguido y para que el guateque tuviera un final feliz con la remontada en el doble.
España buscará en Málaga su séptima Ensaladera y al ser primera de grupo evitará en los cruces a Italia –previsiblemente con Jannik Sinner– y a Estados Unidos. La amenaza es Alemania, presuntamente con Zverev, y el cruce más sencillo sería con Bélgica. Ahora queda por ver qué equipo decide convocar David Ferrer, aunque todo apunta a que no diferirá del que ha logrado el billete para la final en Valencia.
Pablo Carreño entró en la dinámica del equipo con una remontada notable ante Jordan Thompson (2-6, 6-2 y 7-6). En realidad es como si todo el equipo hubiera recibido un notable empujón después de que Bautista hubiera resuelto en casi tres horas su partido ante Fils en la segunda jornada. Esa victoria fue el impulso definitivo que necesitaba el grupo para sentirse cómodo y crecer impulsado por el castellonense y el indiscutible liderazgo de Alcaraz. Poco importó que Pedro Martínez cayera en un doble 6-4 ante Alexei Popyrin. Su momento de gloria llegó junto a Granollers en el dobles donde se impusieron a Matthew Ebden y Max Purcell por 5-7, 6-4 y 6-4 en casi dos horas. La pareja española siguió la misma receta que impulsó al equipo en las dos primeras jornadas. De menos a más terminaron desbordando a la pareja australiana. El mejor resumen de la semana lo apuntó Pablo Carreño: «Estos días he disfrutado mucho con el equipo. He estado lesionado en el codo los dos últimos años, cada día estoy mejor y todo esto ayuda».
