Cinco exsecretarios de Defensa y un ex primer ministro han recomendado a Keir Starmer que permita a Ucrania utilizar sus misiles Storm Shadow de largo alcance para atacar objetivos militares estratégicos en territorio ruso. Y que lo haga incluso sin esperar el respaldo de Estados Unidos. Grant Shapps, Ben Wallace, Gavin Williamson, Penny Mordaunt, Liam Fox y Boris Johnson han advertido al premier laborista de que cualquier nuevo retraso envalentonaría a Vladimir Putin. Wallace dijo que no actuar ahora convertiría a Reino Unido en un «apaciguador» del Kremlin. Williamson, por su parte, lo calificó de «dejación de funciones». Johnson también se mostró tajante: «No hay ningún caso concebible para el retraso».
Starmer voló el viernes a Washington para entrevistarse con el presidente estadounidense Joe Biden y discutir las peticiones del mandatario ucraniano Volodimir Zelenski, que busca desesperadamente recibir luz verde de sus aliados para utilizar los misiles de fabricación británica. Pero la reunión terminó sin acuerdo.
La presión sobre Reino Unido y Estados Unidos para que permitan el uso de los misiles Storm Shadow ha ido en aumento después de que la semana pasada se filtrara que Rusia había recibido de Irán nuevos misiles balísticos para su uso en Ucrania. La disputa sobre si los misiles occidentales pueden utilizarse para atacar objetivos al otro lado de la frontera ucraniana se suma a retrasos similares en las decisiones sobre el suministro de tanques y aviones de combate.
A la cabeza del coro de voces que piden a Reino Unido que actúe unilateralmente se sitúa el conservador Grant Shapps, inmediato predecesor del actual ministro de Defensa, John Healey. «En lugar de esperar a la aprobación formal de Estados Unidos, Sir Keir tiene que proporcionar al presidente Zelenski lo que se necesita desesperadamente hoy. Así es como asumimos nuestra posición de liderazgo mundial en el apoyo a Ucrania. Actuamos. Otros nos siguieron. Y es el tipo de liderazgo que hoy se necesita de nuevo para Ucrania», expresó Shapps.
Wallace añadió que Reino Unido «corre el peligro de quedarse rezagada en el pelotón de los ditirámbicos, los apaciguadores y los dilatadores, cuando la única forma real de plantar cara a un matón como Putin es mostrarse fuerte, unido y decidido a llegar hasta el final». Tanto él como Williamson creen que su país debe de mantener su papel al frente del apoyo a Ucrania. «El liderazgo británico desde el principio fue vital para galvanizar la respuesta internacional», subrayó Wallace. «Fuimos los primeros en Europa en aportar armas letales y hemos seguido apoyando a Ucrania en todo momento».
Williamson añadió: «Desde el comienzo de esta guerra, Reino Unido no ha dudado en asumir el liderazgo para dar un paso al frente cuando otros han dudado. Starmer tiene que mostrar ese mismo liderazgo y determinación. No hacerlo sería faltar a su deber».
Según recoge la prensa británica, las conversaciones en la Casa Blanca, que duraron 90 minutos, fueron «muy abiertas» sobre «las opciones que tenemos ante nosotros». Pero puede revelarse que Biden y su equipo señalaron que querían entrar en un «compás de espera» hasta que Zelensky haya presentado su «plan de victoria», antes de dar su aprobación a los ataques dentro de Rusia.
