La época dorada de las Letras parece estar llegando a su fin. El Tesoro Público colocó este martes 2.133,65 millones de euros en una subasta en la que ofreció a los inversores Letras a 3 y 9 meses a un menor rentabilidad. En concreto, en las Letras a 3 meses, el Tesoro adjudicó 693,15 millones, con un tipo marginal del 2,86%, inferior al 3,215% registrado en la subasta del pasado 13 de agosto y su nivel más bajo desde marzo de 2023. Por su parte, en los títulos a 9 meses captó 1.440,5 millones al 3,027%, también por debajo del 3,15% de esa misma subasta y en mínimos desde febrero de 2023. Pese a esta caída en la rentabilidad ofrecida, la demanda de los inversores alcanzó los 4.886,31 millones, duplicando así la cifra finalmente captada. El Tesoro se había propuesto conseguir entre 1.500 y 2.500 millones.
El martes de la semana pasada, el Tesoro colocó 5.364,3 millones de euros en una subasta en la que ofreció a los inversores Letras a 6 y 12 meses con una menor remuneración. En las Letras a 6 meses, el Tesoro adjudicó 1.284,436 millones, con un tipo marginal del 3,242%, ligeramente inferior al 3,267% registrado en la subasta del pasado 6 de agosto. Se trata del menor interés ofrecido desde mayo de 2023. Por su parte, en los títulos a 12 meses captó 4.079,878 millones al 2,970%, también por debajo del 2,975% de esa misma subasta y a niveles de febrero de 2023.
El pasado jueves se hizo con 6.562,69 millones de euros en una subasta en la que ofreció Bonos y Obligaciones del Estado también a intereses más bajos. El organismo concluirá el mes con una subasta de Bonos y Obligaciones del Estado el día 19.
En conjunto, la estrategia de financiación del Tesoro de 2024 prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 55.000 millones para este ejercicio, lo que supone una reducción 10.000 millones respecto a las de 2023. Por su parte, la emisión bruta prevista ascenderá a 257.572 millones de euros, un 2% superior a la de 2023 debido al incremento de las amortizaciones, y el grueso se cubrirá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública.