El Sindicato de Técnicos en Cuidados de Enfermería (SAE) se suma una año más al Día Mundial de la Prevención del Suicidio insistiendo de nuevo en la necesidad de poner en marcha un Plan Nacional de Prevención del Suicidio específico y multinivel, independiente de la Estrategia de Salud Mental.
Como explica el sindicato en nota de prensa, la cifra de suicidios en España se elevó en 2023 hasta los 3.952 y, aunque supone una reducción con respecto a 2022, "aún estamos en niveles muy elevados". Por ello, desde SAE llevan años reivindicando este plan nacional, que ya tienen países como Alemania, Noruega o Irlanda.
Para el sindicato, la situación actual de España pasa por la reciente aprobación en el Senado de la moción del Partido Popular para crear este plan nacional. "Parece un paso hacia delante que esperamos llegue al Congreso cuanto antes, pues nuestro país no puede continuar manteniendo en un cajón la solución a un problema que afecta a miles de familias", denuncia el sindicato.
“Profesionales sanitarios bien formados, tanto en la atención al paciente en riesgo suicida como en el apoyo al superviviente en el inicio del duelo y plantillas de psicólogos y psiquiatras adecuadas a la alta demanda son consideraciones fundamentales a la hora de desarrollar este plan. Pero, además, sumándonos al lema de este año, Cambiar la narrativa sobre el suicidio, queremos resaltar el fundamental papel que tienen los medios de comunicación y el sistema educativo, desde donde se debe informar y formar de manera responsable para crear conciencia en la ciudadanía, educar en el respeto y la empatía, poner de relieve el peligro de las redes sociales y el bullying, o acabar con el estigma asociado al suicidio, entre otras cuestiones. Cada uno de nosotros podemos participar en la detección precoz de la conducta suicida y, aunque ésta es multifactorial, existen señales que nos pueden alertar, como cambios súbitos de conducta, acciones repetidas de verbalización que demuestren hartazgo o gestos de despedida inhabituales, entre otras. Así, si estamos ante una persona que consideramos que puede tener intención suicida, debemos ofrecerle nuestro sostén y pedirle que nos deje ayudarle, buscando, si lo creemos necesario, el apoyo del entorno familiar o de algún profesional que pueda canalizar su angustia”, explica Daniel Torres, secretario de acción social de SAE.