La Mesa del Congreso de los Diputados ha autorizado hoy la renovación de su tienda de recuerdos para permitir el acceso directo del público desde la calle, pues hasta ahora era necesario acceder al edificio pasando previamente el control de seguridad. De esta forma, se busca mejorar la proyección y la exposición del comercio haciéndolo más accesible.
En concreto, tal y como han confirmado fuentes parlamentarias a Ep, el órgano de gobierno de la institución ha analizado un informe de seguridad que no considera un problema que la gente pueda acceder directamente a la tienda desde la Carrera de San Jerónimo, al tiempo que ha dado el visto bueno al proyecto del Arquitecto Conservador de la Cámara Baja.
Una vez cumplidos estos pasos previos, se ha convocado el concurso para adjudicar las obras pertinentes, con un presupuesto de 60.000 euros. La previsión es que este nuevo acceso esté listo durante el primer semestre del año que viene.
Con esa inversión para el nuevo acceso a la tienda de la Cámara Baja, lo que se pretende, en primer lugar, es ampliar y adaptar el espacio dedicado a la tienda, pero también proporcionarle un acceso directo desde la Carrera de San Jerónimo, ya que el acceso actual obliga a los visitantes a pasar el control de seguridad y deja el espacio "demasiado escondido", algo que impide "realizar adecuadamente su función de proyección y divulgación".
Entre los objetivos de esta transformación, propuesta por el arquitecto Fernando Pardo, está definir una entrada "independiente y accesible" y llevar a cabo una ampliación del espacio y una nueva distribución del mobiliario que permita "maximizar" y "modernizar" el lugar.
La tienda del Congreso fue una iniciativa del socialista Manuel Marin inspirado en el modelo del Parlamento Europeo. Abrió sus puertas en el año 2006 con una oferta de medio centenar de artículos con precios de venta al público entre uno y trescientos euros. Entre los artículos más comprados figuran los más baratos del catálogo: pines (un euro), bolígrafos (entre 3 y 8 euros), bolsas de tela (5 euros) o un llavero de la Constitución de 1978 (3 euros). En ella, tal y como detalla el Congreso, se pueden encontrar "recuerdos y objetos personalizados con motivos históricos y artísticos de la Cámara".
Desde su apertura las ventas se han visto lastradas tanto por su ubicación como por su ausencia de servicio de venta online y los clientes más habituales han sido fundamentalmente parlamentarios y personal de la institución.
A partir de ahora, con la reforma propuesta, que incluye también la instalación de cartelería o neones y la realización de actuaciones exteriores de divulgación y exposición de la tienda del Congreso, se busca dar un impulso de la misma.