Otra jornada triste para la Casa Real, la primera fue este domingo con motivo del adiós a Juan-Gómez Acebo, y la segunda ayer por la noche en la misa funeral de Alejandro Fernández de Araoz. Un momento en el que hemos podido ver a la Reina Letizia de nuevo de luto absoluto después de su vuelta al trabajo el lunes por la mañana con un 'working look' y sandalias de tacón sensato. Pero si en algo nos hemos fijado en este estilismo de riguroso luto de la monarca es en las joyas, concretamente en un broche heredado de la Reina Sofía que en su origen pertenecía a la Reina María Cristina de Habsburgo.
Hablamos del broche de perla en forma de lágrima que lució anoche la Reina Letizia destacando en su estilismo en riguroso luto. Este broche está documentado entre las alhajas que pertenecieron a la reina María Cristina. Doña Letizia lo lució, por primera vez el 12 de octubre de 2017, en el desfile de las Fuerzas Armadas y lo ha vuelto a lucir esta noche en Madrid para este acto de carácter privado. Es un alfiler con una media perla rodeada de una docena de diamantes en talla brillante y de la que cuelga otro diamante en talla almohadilla y una perilla de nácar de gran tamaño.
Este broche fue una herencia de Alfonso XIII y un regalo de bodas para doña María de las Mercedes, se lo vimos lucir a Doña Sofía en los años ochenta y ayer a la Reina Letizia para esta misa funeral en Madrid. Cuanta la leyenda que esta pieza se creó de un pendiente de la Reina María de las Mercedes, primera esposa de Alfonso XII, aunque no está confirmado este hecho y los expertos en joyería lo ponen en duda por el tamaño del mismo. Lo que si está claro es que ya es una pieza más del joyero real de la Reaina Letizia.