Jordania se prepara para celebrar este martes unas elecciones parlamentarias que serán las primeras que se organizan bajo un nuevo sistema electoral, tras unos cambios promovidos por el rey jordano, Abdalá II, para darle también más voz a las mujeres y a los jóvenes, aunque podrían quedar ensombrecidas por la guerra en Gaza.
Un total de 5.115.219 de jordanos están llamados para acudir a las urnas, de los cuales el 52,6 % son mujeres y los votantes menores de 25 años suman casi 1.119.832 del electorado, lo que representa el 21,9 % de los aptos para estos comicios, según la Comisión Electoral Independiente jordana.
Estas son las claves de unos comicios parlamentarios que se celebran a la sombra de la guerra en la Franja de Gaza.
En 2022, hubo unas enmiendas constitucionales y la adopción de nuevas leyes electorales y de partidos políticos, en un cambio iniciado por la casa real en el marco de modernizar el sistema político en Jordania, con el fin de proponer reformas para mejorar la gobernanza, así como para aumentar la participación de jóvenes y mujeres.
Con esta nueva ley electoral se introdujeron cambios significativos, como el de añadir ocho escaños a la Cámara de Representantes, que pasa de 130 a 138 asientos, así como redujo la edad de las candidaturas de 30 a 25 años, e introdujo un sistema electoral mixto.
Bajo este nuevo sistema en estos comicios, los votantes en las próximas elecciones recibirán dos papeletas, una para su distrito electoral local y otra para el nacional.
Un total de 36 partidos políticos han presentado nombres, 937 candidatos concurrirán en 172 listas para los 97 escaños asignados a 18 distritos locales, mientras que 686 candidatos de 25 listas compiten por los 41 escaños asignados al distrito electoral nacional.
De ellos, también competirán los cristianos, los chechenos y circasianos -minorías en el país- que tienen una cuota asignada en el Parlamento, que es de 10 escaños.
Con estos cambios, el Gobierno jordano busca mayor participación, dado que en las últimas elecciones celebradas en 2020 sólo hubo una participación del 29,9 %.
Estas elecciones suponen una oportunidad sin precedentes para las mujeres jordanas debido al aumento de su representación en el Parlamento.
La nueva ley electoral asigna 18 escaños a mujeres, de los 15 que tenía anteriormente, según el sistema de “cuotas”, además de obligar a los partidos a nombrar al menos dos escaños a mujeres entre los primeros seis nombres de sus listas.
Este nuevo sistema se ha materializado con cambios a favor de las mujeres, incluido un aumento en el porcentaje de candidatas al 24 %, respecto al 21 % en las elecciones de 2020, según datos de la Comisión Electoral Independiente.
Las elecciones parlamentarias han seguido hacia delante pese a la guerra en la Franja de Gaza, desembocada el pasado 7 de octubre tras el ataque del grupo islamista palestino Hamás contra territorio israelí.
La guerra ha provocado estragos económicos y políticos en Jordania, país en que muchos de sus ciudadanos son palestinos.
Además, hay posibilidades de que el Frente de Acción Islámica (FAI), brazo político de los Hermanos Musulmanes y el mayor partido opositor en la cámara ante un Gobierno visto como muy cercano a Occidente, obtenga representación.
Para el día de las elecciones, la Unión Europea (UE) tendrá desplegados una misión de observadores para velar por estos comicios.
Esta misión se encarga de observar y analizar todo el proceso electoral, incluido el marco jurídico, la administración electoral, el registro de votantes y candidatos, el entorno de la campaña, incluidos los medios de comunicación y las redes sociales, la votación, el recuento de los resultados, así como el proceso de reclamaciones y recursos.
Desde el 16 de agosto, la UE ya tiene desplegados 28 observadores a largo plazo en las 12 provincias de Jordania y otros 38 observadores a corto plazo han reforzado la misión, que contará con unos 100 observadores sobre el terreno, entre ellos siete diputados del Parlamento Europeo y más de 30 diplomáticos acreditados en Jordania, procedentes de Estados miembros de la UE, así como de Canadá y Suiza.