La última jornada de los Juegos Paralímpicos dejó un final cruel para la delegación española. Fue en el maratón T12, y lo que había sido una gran alegría se tornó en enorme frustración tras el veredicto de los jueces de la prueba.
La española Elena Congost entró tercera en la carrera junto con su guía Mia Coral, con lo que se colgaba la medalla de bronce con un tiempo de 2h59'40". Además, con el añadido de que el guía sufrió una caída poco antes de la línea de meta, y la propia atleta le ayudó a seguir la carrera.
Pero estaba por llegar un duro mensaje de los jueces. La pareja estaba descalificada. Según los jueces, en el episodio de la caída soltaron durante dos metros la cuerda que les llevaba juntos, lo que implicaba la eliminación.
El Comité Paralímpico Español presentó una reclamación formal, pero la decisión fue inamovible. Por tanto, España se queda sin la medalla 41 de su delegación en un final con un regusto un tanto amargo, al verse privados de una merecida medalla por un infortunio que los árbitros decidieron castigar.