Ayer fue un día, seguramente, de alegría en el seno del RedBull-Bora-Hansgrohe. Su líder, Primoz Roglic, dejaba sentenciada su cuarta Vuelta a España y le daba una 'grande' al equipo. Queda la crono de hoy en Madrid, que para él será un mero trámite para salvar caídas.
Pero no todo el mundo tuvo una jornada tan feliz en el equipo. Una intoxicación por salmonelosis afectó a varios compañeros de Roglic. Uno de ellos fue el alemán Nico Denz, que protagonizó una de esas historias que confirman que los ciclistas están hechos de otra pasta.
Denz se quedó junto con Patrick Gamper prácticamente en el primer kilómetro de etapa. Completamente vacío, el alemán no logró conectar con el pelotón pese a que sus compañeros dejaron ir a la escapada poniendo un ritmo casi de espera. Imposible. No había nada de fuerzas, nada que no fuese pedalear por simple supervivencia en la carrera.
Gamper se retiró, pero Nico Denz siguió durante 160 kilómetros en solitario. El último de la carrera. Enfermo y sin ningún tipo de referencia visual, subió los siete puertos de la etapa, incluido el terrible Picón Blanco, con rampas de hasta el 17 por ciento.
Y logró llegar, pero 'murió' en la orilla. Denz terminó una hora más tarde que Eddie Dunbar, el vencedor de la etapa, y llegó fuera de control. Por solo 56 segundos, pero fuera de control. Así que está eliminado de LaVuelta y no podrá tomar la salida en la última etapa de esta tarde. El propio corredor lo explicaba la misma noche en su cuenta oficial de X, antes Twitter: "Me sentí mal esta madrugada. Tenía dolor de estómago, me quedé descolgado en el kilómetro 2 de carrera. No me rendí y luché solo durante 160 kilómetros hasta la meta después de que mis compañeros se retirasen. Por desgracia, me pasé por 56 segundos. En cualquier caso, me lo dejé todo en la carretera y traté de honrar la carrera terminando La Vuelta", explicaba en un post que ha tenido cientos de respuestas.
Ya esta mañana, el propio Denz agradecía esas reacciones en otro mensaje: "Muchas gracias por vuestros comentarios, mensajes y ánimos. Estoy abrumado por ellos. Por supuesto, acepto no salir hoy. Fuera es fuera, aunque sea doloroso quedarse a 20 kilómetros del final después de la gran Vuelta que hicimos como equipo. Sigo pensando que hice lo que pude, pero resultará extraño ver la carrera esta noche y, espero, celebrar el maillot rojo, que habría sido más agradable si hubiese terminado yo. Pero no se puede controlar todo, y la vida es cruel a veces", se ha resignado.
Han sido muchos los mensajes en redes sociales que pedían a la organización repescar a Denz, algo que no se ha producido. "Esto es mostrar respeto a la carrera", posteaba un internauta. "Grande, gracias por tu ejemplo", le replicaba otro. No acabará la Vuelta, pero sí se ha ganado la admiración de muchos aficionados.