Con toda la pompa que acompaña a sus escasos actos públicos, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha anunciado que su país está construyendo un astillero y una base naval de grandes dimensiones para tener así la capacidad de aumentar su fuerza naval, en un claro mensaje de advertencia a sus vecinos.
Las instalaciones estarán destinadas, según el dictador norcoreano, a los "grandes buques de guerra de superficie y submarinos" que su país se dispone a construir en el futuro astillero y a albergar en las instalacines miliartes. Además, junto a estas dos infraestructuras se constuirá una fábrica de municiones.
Kim inspeccionó varias de estas instalaciones militares, en fase de construcción, y destacó la necesidad de reforzar las capacidades navales del país, según informaron medios estatales este domingo y recoge la agencia Efe.
"Una base naval moderna y multifuncional es un proceso de importancia clave para desarrollar la fuerza naval en un servicio poderoso en conformidad con la preparación del entorno de seguridad regional", dijo Kim en declaraciones recogidas por KCNA.
El nuevo astillero buscaría dar cobijo a los "grandes buques de guerra de superficie y submarinos" que el país planea producir y que no entrarían en las bases actuales y, según Kim, "la construcción de una base naval para operar los últimos grandes buques de guerra se ha convertido en una tarea urgente".
El texto de KCNA no reveló la ubicación de la nueva base, que se encuentra en construcción en un momento de máxima tensión con el Sur, según Efe.
Hasta ahora, el poder naval norcoreano había consistido principalmente en pequeños buques de ataque rápido destinados en parte a la defensa costera.
