El precio de la vivienda vuelve a acelerar y registra en el segundo trimestre del año una subida interanual del 7,8%, la más elevada desde el segundo trimestre de 2022, cuando se incrementó en un 8%, periodo que arrastraba todavía el auge de compras que habían quedado paralizadas tras la pandemia. El repunte correspondiente a los meses de abril, mayo y junio también se sitúa 1,5 puntos por encima de la del trimestre previo (6,3%) y hace que la vivienda encadene 41 trimestres consecutivos de alzas de precios, es decir, más de una década encareciéndose, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este jueves. Pero el dato más preocupante corresponde a la vivienda nueva, que se dispara más de un 11%, su mayor alza desde que estalló la burbuja inmobiliaria.
En concreto, el precio de la vivienda nueva se disparó un 11,2% interanual en el segundo trimestre, tasa 1,1 puntos superior a la del trimestre anterior y la más alta desde el tercer trimestre de 2007, cuando estalló la crisis de las hipotecas subprime. Con este nuevo alza, ya acumula un año de incrementos de dos dígitos.
El encarecimiento de los materiales, de la mano de obra y sobre todo la alta demanda frente a la escasez de vivienda influyen en este repunte. "Esta presión en los precios se debe directamente a la falta de stock y a la baja creación de nuevas viviendas", señala Patricia Rodríguez-Lázaro, especialista en inversión inmobiliaria de Clikalia. Se estima que cada año se necesitan alrededor de 240.000 viviendas para satisfacer la creación de nuevos hogares, pero el sector inmobiliario solo produce unas 100.000 unidades nuevas, advierte Fotocasa.
Por su parte, el precio de la vivienda usada aumentó un 7,3% interanual en el segundo trimestre, 1,6 puntos por encima de lo que lo hizo en el trimestre previo y su mayor repunte desde el verano de 2022. Lleva subiendo sin parar desde el 2014.
Con los datos del primer y segundo trimestre, el precio de la vivienda apunta a que cerrará el 2024 con mayores subidas que las de 2023, cuando el alza media se moderó al 4%, aunque todavía está lejos del máximo histórico registrado durante la burbuja inmobiliaria, en 2007, cuando se disparó un 13%. "Estos datos reflejan la velocidad a la que se está moviendo el precio de la vivienda. Un ritmo de crecimiento muy significativo, propio de transformaciones económicas y propiciado por una combinación de demanda sostenida, condiciones hipotecarias favorables y una oferta insuficiente de nuevas viviendas en nuestro país", explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa.
El Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de España destaca que "resulta lógico que el precio de la vivienda siga subiendo" porque "los datos demográficos siguen aumentando, los materiales y la financiación se han encarecido en los últimos años y, mientras, la oferta residencial no ha crecido en la misma proporción, especialmente en las principales áreas metropolitanas de España, donde vive más del 36% de la población del país".
Ferran Font, director de estudios de Pisos.com, considera que la tendencia al alza de los precios "con toda probabilidad, no cambiará ya que difícilmente crecerá el parque de vivienda disponible de manera significativa a corto plazo, o si el BCE cumple con las previsiones de rebajas en los tipos de interés".
Matos insiste en que la vivienda está en "un contexto de gran desequilibrio entre oferta y demanda", lo que tensiona los precios y lo seguirá haciendo durante los "próximos meses", cuando está prevista una desescalada de los tipos de interés y, por lo tanto, una mejora de las condiciones de acceso al crédito hipotecario y un aumento de la demanda. También influirá en este incremento de la demanda la accesibilidad de los avales ICO.
"Con la expectativa de una reducción de tipos en los próximos meses, la demanda podría intensificarse aún más, impulsando nuevamente los precios", apunta también en este sentido Rodríguez-Lázaro. "A principios de 2024, la anticipación de esta bajada ya generó un aumento en el número de compraventas, lo que indica que el mercado se prepara para un nuevo ciclo de subidas", añade. No obstante, la directora de Estudios de Fotocasa avisa: si las mejoras en las condiciones hipotecarias no son suficientes para contrarrestar el acelerado incremento del valor de las viviendas, muchos potenciales compradores postergarán su decisión.
En tasa intertrimestral (segundo trimestre sobre primer trimestre), el precio de la vivienda libre subió un 3,6%, su mayor alza trimestral desde el segundo trimestre de 2015. Entre abril y junio, el precio de la vivienda usada creció un 3,7%, su mayor incremento trimestral también desde el segundo trimestre de 2015, mientras que la vivienda nueva elevó su precio un 2,7%, moderando en casi tres puntos el avance experimentado en el primer trimestre del año.
Los precios de la vivienda presentaron tasas anuales positivas en todas las comunidades en el segundo trimestre. Las mayores subidas de precios se produjeron en Comunidad Foral de Navarra (10,3%), Aragón (9,9%), Andalucía y Ceuta (ambas un 9,5%), Cantabria, Comunidad Valenciana y La Rioja (las tres un 8,6%), Canarias y País Vasco (ambas un 8,5%). En el lado contrario las menores subidas se registraron en Castilla-La Mancha (5,3%), Islas Baleares y Extremadura (6,2% en ambas). También se situaron por debajo de la media Galicia y Cataluña (ambas un 6,7%), Castilla y León (6,9%), Melilla y Comunidad de Madrid (7,2% en ambas), Asturias (7,4%) y Región de Murcia (7,5%).