El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
Santa Teresa de Calcuta, nacida como Agnes Gonxha Bojaxhiu el 26 de agosto de 1910 en Skopie, Macedonia del Norte, creció en una familia católica devota de origen albanés. Desde joven sintió una fuerte vocación religiosa y, a los 18 años, ingresó en la orden de las Hermanas de Loreto en Irlanda, donde tomó el nombre de Teresa en honor a Santa Teresa de Lisieux. Poco después, fue enviada a Calcuta, India, donde trabajó como maestra en una escuela para niñas.
En 1946, durante un viaje en tren, experimentó lo que describió como una "llamada dentro de la llamada". Sintió que Dios le pedía dejar el convento y dedicarse a servir a los más pobres entre los pobres. En 1950, fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad, dedicada a cuidar a los moribundos, los hambrientos y los marginados. Su trabajo y su compromiso con los necesitados la convirtieron en una figura emblemática de la caridad y la compasión.
El impacto de Santa Teresa fue reconocido mundialmente, y en 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz por su labor humanitaria. Su vida fue un testimonio de amor y servicio a los demás, inspirando a millones de personas en todo el mundo. El proceso de canonización comenzó poco después de su muerte, en 1997, y avanzó rápidamente debido a la fuerte devoción popular. Fue beatificada en 2003 por el Papa Juan Pablo II y canonizada el 4 de septiembre de 2016 por el Papa Francisco.
El legado de Santa Teresa de Calcuta sigue vivo a través de las Misioneras de la Caridad, que continúan su misión en más de 130 países. Su vida y sus enseñanzas sobre la importancia de amar y servir a los demás, especialmente a los más vulnerables, han dejado una huella profunda en la Iglesia y en la sociedad.
Aunque Santa Teresa no experimentó un "exilio" en el sentido tradicional, vivió una vida de sacrificio, alejada de su tierra natal y de su familia, dedicándose completamente a su misión en India. A lo largo de su vida, enfrentó muchas dificultades, incluyendo problemas de salud, críticas a su labor, y periodos de duda espiritual profunda, conocidos como "la noche oscura del alma". Sin embargo, su fe en Dios y su compromiso con los pobres nunca flaquearon.
Murió el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta, a la edad de 87 años. Su muerte fue un acontecimiento mundial, y miles de personas, incluidos líderes religiosos y políticos, asistieron a su funeral. Fue enterrada en la casa madre de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, y su tumba se ha convertido en un lugar de peregrinación para quienes buscan inspiración en su vida de servicio y devoción.
