Carmen Riera, escritora, catedrática y miembro de la Real Academia, definió hace un tiempo la posverdad –cuando se puso de moda– como el fenómeno en el que «los datos solo interesan (importan) si coinciden con nuestros intereses». Las interpretaciones del Gobierno, oposición, sindicatos, patronal y expertos de todo tipo de los datos de paro y de afiliación a la Seguridad Social encajan a la perfección con la tesis de la académica. En agosto, el paro aumentó en 21.884 personas y la afiliación a la Seguridad Social descendió en 193.784. En total, hay 2,52 millones desempleados y 21,2 millones de cotizantes. Hasta ahí, los datos, aunque los expertos también hablan de los «desestacionalizados», que cambiarían algo el escenario. También a partir de ahí, los análisis y las conclusiones, que podrían resumirse en que todo va bien, aunque algo menos, según el Gobierno, y todo mal para la oposición.
Los expertos también están divididos, según hacia dónde se oriente su corazoncito político, pero hay exEscrivá, que puede tener la tentación de interpretar algunos datos económicos según la posverdad –no fueron buenos–, es que el crecimiento económico se ha frenado, y de una manera más brusca de lo que parecía, este verano. Lo indica el paro, pero también el IVA declarado por las empresas. Además, se mantiene la incógnita y la polémica sobre el número de parados «reales», que serían 3,10 millones, según la CEOE, si se contabilizan aquellos trabajadores con contrato en vigor, pero que no trabajan: los famosos fijos discontinuos. Con ellos o sin ellos, España mantiene el triste liderazgo de ser el país de la Unión Europea con mayor número de desempleados, una posición en la que se mantiene desde hace casi tres años y nada indica que eso vaya a cambiar en el futuro cercano. Ahora, además, se añade la incertidumbre de que el aumento del paro afecta a los grandes sectores, incluida la industria. Mientras, Sánchez no anunciará hasta hoy el nombre del nuevo gobernador del Banco de España, aunque todas las quinielas apuntan al hasta ahora ministro José Luis Escrivá, que puede tener la tentación de interpretar algunos datos económicos según la posverdad de Carmen Riera.
