La importancia de contar con una buena conexión Wi-Fi en casa se ha vuelto más evidente que nunca, especialmente tras la pandemia de COVID-19 y el auge del teletrabajo. Durante el confinamiento, nuestros hogares se transformaron en oficinas, aulas y centros de entretenimiento, haciendo de una conexión a internet rápida y estable una necesidad básica.
La llegada del teletrabajo y la educación a distancia ha consolidado esta tendencia, ya que muchas personas dependen de internet para realizar videollamadas, acceder a plataformas colaborativas y mantenerse conectadas con el mundo exterior.
En este contexto, una red Wi-Fi eficiente no solo facilita la productividad laboral y académica, sino que también es crucial para el bienestar digital y la calidad de vida en el hogar. Sin una buena conexión, el teletrabajo y nuestra vida diaria puede volverse frustrante, con interrupciones constantes que afectan la comunicación y la eficiencia, subrayando la importancia de invertir en una infraestructura de internet doméstica robusta y confiable.
No obstante, a pesar de la importancia de disponer de una buena señal Wi-Fi, todavía hay muchos usuarios que no gozan de esta buena calidad, por lo que aquí te contamos qué puede estar ocasionando esa interferencia que, sin duda, está afectando a tu señal.
Al enfrentarnos a una conexión Wi-Fi lenta o intermitente, tendemos a buscar soluciones como cambiar de canal o acercarnos al router. Sin embargo, es posible que el problema esté más cerca de lo que pensamos. En este sentido, son los dispositivos USB 3.0, como los discos duros externos o los concentradores USB, los que pueden estar generando interferencias que afectan nuestra conexión inalámbrica.
Estos dispositivos, aunque son muy útiles, emiten una señal que puede chocar con la señal Wi-Fi, especialmente si operan en la banda de 2.4 GHz... Imagine que la señal Wi-Fi es una carretera y que los dispositivos USB 3.0 son otros coches que circulan por la misma vía. Si hay demasiados coches, el tráfico se congestiona y la velocidad disminuye. Lo mismo ocurre con nuestra conexión Wi-Fi: si hay demasiada interferencia, la señal se debilita y nuestra experiencia en línea se ve afectada.
Por ello, un consejo es desenchufar todos aquellos dispotivos de estas características cuando no se estén utilizando, pues no harán otra cosa más que entorpecer la señal Wi-Fi del hogar y, por ende, reducir la calidad de la conexión a Internet.
