El otro punto caliente de la inmigración irregular se sitúa en Ceuta donde las entradas irregulares a nado continúan registrando récords. Desde inicio de año, 1.917 personas entraron de forma irregular en la Ciudad Autónoma. Son el triple de llegadas que hace un año cuando hasta el 31 de agosto accedieron a esta Ciudad Autónoma 650 personas, según los últimos datos publicados ayer por el Ministerio de Interior, es decir, un 161% más. Este fenómeno, que no es nuevo, se ha reactivado especialmente durante este mes de agosto, en el que la densa niebla fue aprovechada por los inmigrantes para intentar burlar los controles de seguridad para rodear el espigón que separa Marruecos de España.
La presión migratoria también continúa sin dar tregua al gobierno canario. Un total de 6.267 migrantes arribaron al archipiélago canario durante los meses de julio y agosto, cifra récord para un verano desde que existen registros detallados por meses de los flujos migratorios.
En la segunda quincena de agosto las llegadas a las costas canarias se dispararon, con 3.220 personas, lo que supone que casi la mitad de las entradas de migrantes de este verano se ha registrado en estos últimos 15 días, según los datos del balance quincenal. Con estas cifras de llegadas a Canarias este verano supone un récord desde que hay estadísticas y distan notablemente en el número de migrantes llegados en los últimos cinco años entre julio y agosto, como el del pasado año, con 4.226 entradas; 1.896 en 2022; 2.303 en 2021; 1.225 en 2020 o las 151 llegadas en el verano de 2019. En lo que va de año han llegado a las costas canarias 25.524 personas, lo que supone un incremento del 123 % respecto a los ocho primeros meses de 2023. El total de llegadas irregulares de migrantes a España hasta el 31 de agosto es de 35.456 personas, un 62,8 %. Con estos números y ante la previsión de un incremento de llegadas durante los meses de otoño debido a la situación de calma de las mareas, este año se prevé que las llegadas batan todos los récords.
En el conjunto del país, el total de llegadas irregulares hasta el 31 de agosto alcanzó las 35.456 personas, es decir un 62,8 %.
Además, los datos revelan una menor presión es en el Mediterráneo y Baleares donde por vía marítima accedieron a las costas de la península y las Islas Baleares en estos ocho meses un total de 7.919 personas, es decir 15,8 % menos respecto al mismo periodo de 2023. Lo hicieron a bordo de 632 embarcaciones frente a las 744 que arribaron durante el mismo periodo de 2023.
También se reducen en lo que va de año, en concreto un 67,2 %, las entradas a la costa de Ceuta (19 respecto a 58) y un 84 % menos en las entradas en Melilla (19 frente a 119 de 2023), si bien estas cifras se disparan en las llegadas a Ceuta por vía terrestre.
Con estos cifras, el fenómeno migratorio continúa centrando la agenda política al inicio del nuevo curso. Si bien cierto que el presidente Sánchez viajó a tres países africanos para intentar buscar una solución al goteo incesante de llegadas, sus polémicas declaraciones desde Mauritania para regularizar a 250.000 puestos de trabajo a los inmigrantes de aquí al año 2050.
Así las cosas, Canarias y Ceuta, ambas colapsadas ante el repunte migratorio mantendrá una reunión mañana para elaborar una hoja de ruta conjunta para gestionar el fenómeno.
Ambos territorios reclaman la implicación del gobierno central y también de la Unión Europea. Según la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), mientras en la ruta mediterránea central, con llegada a las costas italianas, se han reducido las pateras un 64%, en la ruta africana occidental, con destino final las Islas Canarias, se han disparado un 154%.Es decir, mientras las llegadas a Canarias suben un 154%, en Italia bajan un 64%. Es, por ello, que tanto Ceuta como Canarias urgen a la Unión Europea a que también se implique como otrora hizo en Lampedusa o en 2015 con la llegada de refugiados sirios.