La recompensa que ha pagado la Comisión de Mercado y Valores de EE UU (SEC) a sus informantes en el último mes asciende a 150 millones de dólares (134 millones de euros). Solo uno de los pagos en sí ya roza los 78 millones de euros. Este premio supone el cuarto de mayor cantidad abonado desde 2010, cuando comenzó el programa de recompensas a cambio de información en virtud de la ley federal de reforma de Wall Street. La elevada cantidad se abonó porque, sin los datos suministrados, el regulador bursátil no habría podido llevar a cabo su investigación e imponer «las medidas coercitivas» pertinentes. Además, el pasado 26 de agosto, dos informantes recibieron 24 millones de dólares (casi 25 millones de euros). Uno de ellos cobró 4 millones porque gracias a su información se pudo abrir una investigación, y el otro 20 millones porque los datos que aportó y «su cooperación sustancial resultó fundamentales en el éxito de las acciones», señala la SEC. La organización es consciente de la importancia de mantener contentos a sus informantes, que ayudan también a perseguir fraudes ligados al extranjero, por eso cada vez los premia más y mejor.
De hecho, el programa de recompensas para informantes ha ido creciendo en los últimos años. A finales de 2021, la cuantía total de pagos era de cerca de 1.000 millones de dólares, y en los últimos tres años esa cifra se ha duplicado. El año pasado alcanzó un récord de 2.000 millones de dólares que se pagaron a cerca de 400 denunciantes que habían ofrecido un «servicio público». Sin ellos, las investigaciones habrían sido imposibles, ha confesado la SEC.
El mayor premio se otorgó precisamente en mayo del 2023 y ascendió a 279 millones de dólares por un chivatazo sobre sobornos en la empresa de telecomunicaciones sueca Ericsson. El pago se hizo a cambio de información muy valiosa sobre desembolsos que alcanzaron los 1.100 millones de dólares. Todo en el marco de un acuerdo que «la compañía alcanzó con las autoridades en 2019», según informó en su día la agencia de noticias Reuters, «para ganar negocios en cinco países». «Este éxito beneficia directamente a los inversores», dijo la agencia tras descubrir la trama y hacerla pública, «ya que las denuncias contribuyeron a las acciones de cumplimiento que dieron lugar a órdenes que exigen a los malos actores devolver más de 4.000 millones dólares en ganancias e intereses obtenidos ilícitamente», apuntó la jefa de la Oficina del Denunciante de la SEC, Creolla Kelly.
Las recompensas que reciben los colaboradores oscilan entre el 10% y el 30% del total incautado por el gobierno cuando las sanciones monetarias superan el millón de dólares. Para que el chivatazo sea compensado económicamente, el informante debe «conservar copia de todos los documentos y materiales en relación con la denuncia», señala la SEC en su página web. En los últimos años, la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor han ampliado las protecciones para sus «chivatos» y prohibido cada vez más las represalias, como por ejemplo que «los empleadores no pueden despedir, degradar, suspender, acosar ni discriminar de ninguna manera a un empleado en términos y condiciones de empleo que haya informado a la Comisión de una conducta que el empleado razonablemente creía que violaba las leyes federales de valores».