Ben O’Connor sigue siendo el líder de la Vuelta. Primoz Roglic es la referencia, tres veces ganador de la carrera. Pero Enric Mas no renuncia a conseguir su primera victoria final en la Vuelta. «Quedan tres etapas muy duras», advierte el corredor de Movistar. La primera, la que los ciclistas tendrán que afrontar hoy, la clásica subida a los Lagos de Covadonga.
«Es durísimo», dice Enric, aunque quedan cosas peores por delante. «Quedan tres etapas muy duras», advierte. «En los Lagos se puede sacar alguna conclusión, pero la realidad la vamos a ver en la etapa 20. Es muy dura», añade. Es la etapa que acaba en el Picón Blanco, un puerto de primera, pero antes de llegar ahí los ciclistas tendrán que superar dos puertos de tercera, dos de segunda y otros dos de primera.
Entre los Lagos, el Picón Blanco y la contrarreloj de Madrid entre el distrito Telefónica y la sede original de la empresa telefónica en Gran Vía, se debe decidir la carrera. Y la carrera es algo más que una disputa entre Roglic y Mas, aunque parezcan los dos corredores más fuertes de esta Vuelta.
«Puede pasar de todo. O’Connor tiene dos minutos y pico por delante de mí y delante de Primoz 1:03. El máximo favorito es él y somos nosotros los que tenemos que reaccionar», asegura Enric Mas. «Yo creo que nadie tiene asegurado el podio», añade.
«Ben está en excelentes condiciones, es un gran corredor, siempre ha obtenido grandes resultados, así que en ese aspecto no es una gran sorpresa verlo en este nivel. Ganó tiempo gracias a un hecho excepcional. De momento está muy fuerte y corre bien», reconoce Roglic.
Él ya sabe lo que es ganar la Vuelta. Para Enric y para O’Connor sería su primer triunfo en una grande. El esloveno estaría más cerca de O’Connor si no se hubiera refugiado detrás del coche de su equipo después de cambiar de bicicleta para subir al Cuitu Negru, lo que le valió una sanción de 20 segundos. «Ahora tendré que recuperar esos 20 segundos. Que esté de acuerdo o no con la penalización no va a cambiar nada. Nunca me gusta perder nada, pero sobreviviré con 20 segundos menos. El cambio de bicicleta lo hice para la subida, pero perdí más tiempo del que gané», asume el líder del Bora Red Bull.
Roglic, que hasta el domingo parecía el dominador de la Vuelta aunque no vistiera el maillot de líder, perdió pie en algunos momentos de la ascensión al Cuitu Negru, aunque entró en el mismo tiempo que el español. Pero hay que restarle esos 20 segundos de sanción.
En esas rampas, Enric sí pareció el hombre más fuerte de la carrera, aunque él prefiere no creérselo demasiado. «No sé si soy el hombre más fuerte de la carrera. Voy tercero en la general y si lo fuese sería líder. Tenemos dos ciclistas muy buenos por delante. Si Roglic y yo somos los más fuertes y si le podemos quitar la diferencia a O’Connor, lo podremos ver el domingo», asume.
Dice Mas que sigue siendo el de siempre. «Yo creo que Enric es el mismo. Cada año se va progresando un poco más. Este año mi nivel es muy bueno. El nivel de Roglic es extraordinario, pero las fuerzas se han igualado un poco más», afirma.
Pero algo sí ha cambiado en Enric. Nunca ha estado tan sonriente a estas alturas de la carrera, en el segundo día de descanso y cuando sólo quedan seis etapas por delante. Y nunca ha transmitido tanta confianza en sí mismo como ahora. «Al final de la Vuelta podré decir si es el mejor Enric y podemos celebrar algo en Madrid que llevamos tanto esperando», afirma. En 2018 ya fue segundo en la Vuelta que ganó Simon Yates y desde entonces ha subido al mismo lugar del podio en dos ocasiones más.
Le falta dar ese paso. Un pequeño salto de los que cambian la vida. Aunque en la percepción de los aficionados ya lo ha dado. «Lo noto muchísimo. La gente está mucho conmigo, me están apoyando todos y cuando paso es un auténtico placer que te aplaudan, que griten tu nombre. Cuando subíamos el Cuitu Negru era una pasada ver cómo nos han animado. Quiero dar la gracias a todos los que nos están animando tan fuerte», dice. Enric se muestra más cercano al público que nunca y el público le devuelve ese cariño.
Ahora le queda dar ese paso de subir al primer podio. Y el primer paso lo puede dar en los Lagos de Covadonga. «Es una subida guapísima. Las dos veces que lo he subido han sido con niebla. Me gustaría subir un día sin niebla y pudiendo disfrutar un poco de los Lagos ahí arriba. Es un ascenso que se me adapta bien, largo, bueno para mi, con tramos muy duros, como el de La Huesera», asegura. Una subida que le puede llevar a donde no ha llegado todavía.