El Gobierno británico ha decidido suspender este viernes de forma parcial las licencias de exportación de armas a Israel. Dichas suspensiones representan tan solo una décima parte de las 350 licencias existentes y no incluyen piezas para el programa F-35 Joint Fighter Strike, a menos que la pieza suministrada por Reino Unido sea específica para un avión a reacción de uso exclusivo israelí.
La medida del nuevo Gobierno del laborista Keir Starmer responde al «riesgo evidente» de que el armamento británico esté siendo utilizado para violar el derecho humanitario en relación con el trato a los palestinos detenidos y el suministro de ayuda a la castigada Franja de Gaza después de más de diez meses de guerra. Las conclusiones corresponden a una revisión llevada a cabo por el Ministerio de Asuntos Exteriores británico.
El documento no alcanza una conclusión definitiva sobre si las licencias de exportación de armas de Reino Unido han contribuido a la destrucción del enclave palestino. Pero el estado que presenta hoy Gaza y el elevado número de civiles muertos en el marco de la ofensiva han causado una gran preocupación en Downing Street, explicó en la Cámara de los Comunes el titular de Exteriores, David Lammy. La suspensión, según detalló el ministro en sede parlamentaria, afectará a componentes para aviones militares, incluidos aviones de combate, helicópteros y aviones no tripulados.
Es probable que la medida, coordinada entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Ministerio de Economía y el Fiscal General, ayude a Lammy a sofocar lo que puede ser una revuelta muy cargada en la conferencia anual del Partido Laborista. Pero a buen seguro provocará tensiones con la Adminsitración de Joe Biden, que ha indicado en repetidas ocasiones que no ve base alguna en el derecho humanitario internacional para suspender las exportaciones de armas.
El Gobierno británico también se enfrenta a un creciente número de recursos ante los tribunales nacionales, incluidos los procedimientos que se iniciarán el martes. Los funcionarios se mostraron reacios a vincular las 30 licencias de exportación de armas suspendidas a infracciones concretas del derecho internacional humanitario, pero señalaron que el Gabinete de Starmer había mantenido hasta ahora negociaciones infructuosas con el Ejecutivo israelí para obtener acceso a los detenidos palestinos, ya fuera a través de figuras judiciales británicas o del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Los ministros se esforzaron por subrayar que la suspensión no representaba un paso atrás en el compromiso de Reino Unido con la seguridad de Israel y señalaron que este tipo de suspensiones se habían producido en anteriores conflictos israelíes. Algo que es cierto. Las decisiones de suspensión fueron respaldadas por Margaret Thatcher en 1982, Gordon Brown en 2009 y bajo el Gobierno de coalición en 2014. También se suspendieron licencias de exportación de armas a Egipto en 2013 y a Rusia en 2014.
El Gobierno conservador de Rishi Sunak llevaron a cabo cuatro revisiones de las pruebas del cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario por parte de Israel, pero nunca publicaron las conclusiones ni las explicaciones. Lammy, en cambio, publicó una explicación de su razonamiento jurídico.
