Hasta hace no muchos años, tanto en España como en otros países de nuestro entorno se permitía fumar tabaco incluso en la consulta del médico, que muy amablemente aconsejaba dejar el tabaquismo para evitar los problemas respiratorios. Poco a poco y con el paso del tiempo, se han ido consolidando restricciones cada vez más estrictas respecto al consumo de tabaco.
No solo está muy restringido fumar en espacios públicos, sino también en zonas del ámbito privado, como en el coche particular. Si bien no es un delito en sí fumar al volante, se podría llegar a interpretar que sostener un cigarrillo mientras se conduce podría provocar una distracción, lo que sí está penado. A nivel práctico, resulta igual que si no se permitiese fumar en el vehículo propio, porque es casi imposible hacerlo sin sostener el tabaco.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de las leyes antitabaco que se llevan dando desde hace décadas, vemos cómo en España la venta de cigarrillos no deja de aumentar año tras año. De hecho, según los recientes datos publicados por el Ministerio de Hacienda, el comercio de este producto ha alcanzado en julio un punto ampliamente más elevado que respecto al verano pasado en muchas zonas del país.
Es muy común ver cómo un gran número de personas fumadoras cruzan cada cierto tiempo las fronteras de España para comprar tabaco en otros países del entorno que tienen los impuestos sobre este bien de consumo mucho más bajos. Es el caso de Andorra y de, especialmente, Gibraltar. No hay más que acercarse a los controles fronterizos para ver cómo miles de personas pasan todos los días de un lado a otro con grandes cantidades de cigarrillos para ahorrar más al mes.
Y es que el tabaco no es precisamente un vicio sano, y mucho menos aún barato. Para un fumador que consuma una cajetilla al día (aunque muchos llegan incluso a gastar dos cajas diarias), a una media de cinco euros el paquete, supone un gasto anual de 1.825 euros, cerca del doble de un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España. Es por eso que muchas personas recurren a comprarlo en estos países para no dañar tanto su economía.
Pero lo cierto es que esta situación no solo se da de dentro afuera, sino también desde el exterior hacia nuestro país. España, siendo la segunda nación del mundo que más visitas turísticas recibe la año, también genera grandes ventas de tabaco. Miles de personas aprovechan sus vacaciones en nuestro país para comprar este producto mucho más barato que en los suyos, donde está mucho más gravado con impuestos.
Es especialmente notorio el peso que tienen los compradores franceses, sobre todo en las provincias de Vizcaya (especialmente en Bilbao) y Girona, tan próximas a los Pirineos que separan Francia de España. Hace unos días contábamos en LA RAZÓN cómo el municipio gerundense de La Jonquera recibe cada día a miles de visitantes del país galo que acuden solo durante un día para hacer compras y regresar.
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Mientras que en España un paquete de cigarrillos cuesta de media cinco euros, en Francia está en torno a los 12 euros cada uno, por lo que cada vez más franceses hacen el viaje de un lado a otro de la frontera solo para comprar tabaco, ya que les acaba saliendo a cuenta al adquirir grandes cantidades, lo que puede compensar incluso el dinero de la gasolina del trayecto.
Las provincias que más tabaco han vendido en lo que va de año hasta este mimo julio, sumando cigarrillos, cigarros, paquetes de liar y paquetes para pipa, son:
Es muy destacable que, quitando que la mayoría de ellas sean grandes ciudades, todas ellas son de las zonas que más turistas reciben anualmente, lo que explica una cifra de compra de tabaco tan abultada. Además, en Gerona se han pasado de 414 millones de unidades a 490 millones de unidades en comparación con los mismos datos de julio del año pasado.
La provincias donde menos unidades de tabaco se han vendido hasta julio de 2024 han sido Soria (13,11 millones), Teruel (22,48 millones) y Segovia (23,43 millones). Aún así, todas ellas han visto aumentadas las cifras respecto al año pasado igualmente, lo que es casi una regla en todas las zonas de España.