El canciller alemán, Olaf Scholz, ha instado este lunes a los "partidos democráticos" a negociar gobiernos "estables" en las regiones de Turingia y Sajonia sin contar en ningún momento con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), después de una doble cita electoral con resultados "amargos". Markus Ziener, analista del German Marshall Foundation (GMF), en Berlín, cree que la victoria en Turingia de la formación de ultraderecha "será un duro golpe para todos los partidos convencionales, incluida la conservadora Unión Demócrata Cristiana".
¿Por qué el candidato del AfD en Turingia, Björn Höcke, tiene un apoyo electoral tan grande según las encuestas?
El apoyo al AfD en Turingia, y de manera similar en la vecina Sajonia, tiene menos que ver con el propio Björn Höcke (ganador de las elecciones en Turingia) y más con una tendencia general que favorece al partido de derecha. Höcke, ex profesor de historia y líder del AfD en Turingia, tiene un enfoque populista y de extrema derecha que parece desalentar a muchos. Sin embargo, logra mantener al AfD en el centro de atención y capitaliza el descontento de la gente con los llamados partidos establecidos, como los socialdemócratas, los liberales y los verdes. Un número importante de personas en Turingia, uno de los estados de Alemania Oriental que formaba parte de la antigua República Democrática Alemana (RDA) socialista, se siente traicionada por los años que siguieron a la reunificación alemana después de 1990. Luchando contra enormes dificultades debido a la transformación en un economía de mercado y pérdidas de empleo a gran escala, la vida en la RDA, en retrospectiva, no parece haber sido tan mala. La nostalgia de la RDA, combinada con una cierta afinidad por Rusia y una buena dosis de xenofobia, proporciona un terreno fértil para populistas como la AfD y la recién fundada izquierdista BSW, la Alianza Sahra Wagenknecht, dirigida por la política del mismo nombre. BSW, que comparte la evaluación indulgente de AfD sobre Vladimir Putin y su postura crítica hacia los inmigrantes, también está muy entusiasmada con estas ideas.
¿Cómo afectará el resultado en los estados de Turingia y Sajonia a la política nacional?
La victoria de AfD será un duro golpe para todos los partidos convencionales, incluida la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU). Aunque la CDU sigue obteniendo buenos resultados en Alemania Oriental, una victoria así puede obligar al partido de la excanciller Angela Merkel a formar un gobierno de coalición con BSW, únicamente para evitar que un político de AfD como Höcke se convierta en primer ministro en Turingia. Una coalición así conllevaría el potencial de un conflicto continuo, que se contagiaría a la política nacional. Sahra Wagenknecht, de BSW, ya ha dejado claro que exige una reducción o el cese total de los envíos de armas a Ucrania.
¿Por qué el cordón contra la extrema derecha es tan eficaz en Alemania?
Durante décadas, el pasado nazi de Alemania impidió que segmentos significativos de la población apoyaran abiertamente a cualquier partido de extrema derecha. Sin embargo, el tema de la inmigración –tras la apertura de las fronteras durante la gran ola de refugiados que llegaron a Alemania en 2015/16– permitió a AfD captar un tema que resonó fuertemente entre la gente. En el Este, la gente temía que la entrada de demasiados refugiados disminuiría sus privilegios y les impondría una nueva carga. La cuestión de la migración se volvió tan frecuente que los votantes dieron prioridad a votar por el AfD, a pesar de la naturaleza parcialmente extremista del partido. Los partidos establecidos ignoraron o restaron importancia al problema de la migración. Ahora parece que han perdido grandes sectores de votantes y no pueden recuperarlos.
¿Viven los socialdemócratas del SPD una de sus peores crisis por la gestión de gobierno de Olaf Scholz?
Absolutamente. En Turingia y Sajonia, los socialdemócratas del SPD han perdido la mayor parte de su credibilidad como partido de los trabajadores. Scholz, todo menos carismático, nunca ha logrado establecer vínculos fuertes con los votantes ni dirigirse a ellos de una manera que resuene. El canciller alemán a menudo se muestra pretencioso y sermoneador. La ya intensa lucha sobre el rumbo correcto que debe tomar el gobierno en su último seguramente aumentará, lo que hará que la coalición se desmorone.