Independizarse y abandonar el nido familiar es cada vez más complicado para los jóvenes en nuestro país. Y es que la falta de ahorros o la inestable situación laboral provoca que muchos de ellos se vean atrapados en el mercado del alquiler –si es que su salario se lo permite–, teniendo que compartir piso. Por ello, dar un paso más y convertirse en propietarios es inaccesible para la mayoría y que comprar una casa sea prácticamente un sueño. En este sentido, el porcentaje de jóvenes titulares de vivienda de entre 16 y 29 años fue del 29% el año pasado, la cifra más baja desde niveles prepandemia (25,5%), según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La falta de ahorro es el freno para el 36% de los que quieren comprar en los próximos cinco años y la situación laboral inestable es el motivo para el 32% de los jóvenes. Así lo muestra el estudio "Radiografía de la vivienda en el primer semestre de 2024" del portal inmobiliario Fotocasa. Es por ello, que en España nos solemos convertir en propietarios entre los 35 y 44 años, siendo la edad media los 41 años de edad. Pero, ¿esto siempre ha sido así?
Actualmente solo tres de cada diez jóvenes de entre 16 y 29 años son propietarios de una vivienda. No obstante, si echamos la vista atrás, en 2007, cuando los créditos hipotecarios eran "mucho más accesibles" debido a la situación económica de expansión que vivía nuestro país, este colectivo tenía más posibilidades de convertirse en propietario de un inmueble, ya que el 58,1% de ellos tenía una vivienda el propiedad por aquel entonces.
Tras la crisis financiera de 2008, que afectó directamente al mercado inmobiliario, esta cifra comenzó a caer, puesto que acceder a la vivienda era cada vez más complicado para los jóvenes. Esta cayó hasta el 38,5% en 2012 y, a partir de 2013, se estabilizó. Por ello, en los últimos años, a pesar de que ha habido subidas y bajadas, los propietarios de entre 16 y 29 años se han estabilizado alrededor del 30%:
En 2019 el porcentaje cayó hasta el 25,5%, sin embargo, se recuperó hasta el 31,8% en el año de la pandemia, aumentando hasta el 32,5% el año siguiente. No obstante, en 2022 el porcentaje volvió a estabilizarse en el 30,7% y un año después bajó al 29%, ya que los altos precios y la subida de tipos alejaron a los jóvenes del mercado inmobiliario.
Los datos del INE muestran que, del total de mujeres que son propietarias, el 31,8% tiene entre 16 y 29 años, más de la mitad tiene entre 30 y 44 años, el 76,3% tiene entre 45 y 65 años y el 88,1% tiene más de 65.
En el caso de los hombres, el 26,4% de los propietarios son jóvenes de entre 16 y 29 años; el 56,8% tiene entre 30 y 44 años, el 79,9% tiene entre 45 y 65 años y el 90,1% tiene más de 65 años. Por tanto, estos datos revelan que las mujeres se convierten en propietarias de una vivienda antes que los hombres.
