El nuevo primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, ha levantado ampollas entre los tories tras retirar un retrato de Margaret Thatcher de su antiguo estudio en el número 10 de Downing Street. La prensa y algunas figuras del espacio conservador tacharon a Starmer de «mezquino» y «desagradable» por haber trasladado un cuadro de Richard Stone de 100.000 libras de la difunta primera ministra a otra habitación de la residencia oficial del Gobierno.
El biógrafo de Starmer, Tom Baldwin, dijo esta semana que el primer ministro había encontrado el retrato «inquietante» y había pedido que lo quitaran. El Herald fue el primero en publicar estos comentarios. La medida provocó la rápida condena de los grandes conservadores y salpicó las portadas de los periódicos de derechas Daily Mail y Daily Telegraph.
El veterano derechista John Redwood, que dirigió la unidad política de Thatcher, declaró al Daily Mail: «No me sorprende en absoluto que haya hecho esto. No querría verse avergonzado por la comparación con un primer ministro mucho mejor». Redwood acusó a Starmer de ser «pesimista, negativo y desagradable».
El exlíder tory Iain Duncan Smith se sumó al ataque, tachando a Starmer de «mezquino» y diciendo que había lanzado «carne roja a su izquierda dura». Presionada por la disputa el viernes, la ministra del Gobierno, Jacqui Smith, dijo que su jefe –que una vez elogió a Thatcher por traer un «cambio significativo» a Reino Unido– «no puede ganar». «Hace unos meses se le criticaba por hablar del legado de Margaret Thatcher y de los elementos de su liderazgo que él respetaba, y ahora se le critica por pedir que se cambien de sitio algunos retratos», declaró a GB News.
Smith señaló que un retrato de Thatcher permanece en una galería de Downing Street con todos los ex primeros ministros. «Para que quede claro, hay retratos de Margaret Thatcher como los hay de todos los primeros ministros anteriores en el número 10», añadió. «Y eso, por supuesto, es absolutamente correcto».
El retrato que Stone hizo de Thatcher tiene una larga historia bipartidista. Fue encargado por el entonces primer ministro laborista Gordon Brown en 2009 como homenaje a los logros de la líder derechista en el cargo.